China es, “con pleno derecho, la nueva gran potencia espacial”

A inicios de mes, el 3 de noviembre, la República Popular China lanzó el primer cohete de carga pesada de su historia, el Larga Marcha-5, hito considerado el más grande de todos los avances espaciales del gigante asiático. Dicho lanzador empata la capacidad del imponente Delta-4 Heavy estadounidense, que puede enviar hasta 25 toneladas a la órbita baja de la Tierra. La misión pone al país presidido por Xi Jinping en una posición inmejorable en la carrera espacial y es una muestra más de cómo China es “con pleno derecho, la nueva gran potencia de la exploración espacial”, según el astrofísico Antonio Eff-Darwich. El académico y catedrático de la Universidad de la Laguna brindó una entrevista a N + 1 analizando alcances y potencialidades de aquel país en el referido campo.
N+1: ¿Es posible que China se convierta en la nueva gran potencia mundial en la exploración del espacio y en la carrera espacial?
A: En la actualidad China pertenece al reducido grupo de países (junto a Estados Unidos y Rusia, la heredera de la URSS) que han puesto en órbita a un ser humano. El presupuesto invertido por China en su programa espacial en los últimos años solo lo supera Estados Unidos; pero sobre todo tiene un programa espacial bien definido a corto y medio plazo. Por todo ello, creo que China es, con pleno derecho, una potencia espacial. Como yo veo el futuro de la exploración espacial, dejaremos de hablar de primera potencia mundial, ya que la cooperación internacional será la mejor solución para llevar a buen puerto los innumerables proyectos de exploración y explotación del espacio.
¿Qué investigación, proyectos y/o exploraciones espaciales ha realizado hasta la fecha China?
El programa espacial chino nace en la década de 1950 con el desarrollo militar de misiles balísticos, basados en tecnología soviética. Sin embargo, por los costes económicos y por los efectos de la Revolución Cultural, el programa espacial se frenó hasta la década de 1990. El espectacular crecimiento económico y un cambio de percepción sobre la importancia de la exploración espacial hizo que en pocos años China se convirtiera en el tercer país en poner un ser humano (Yang Liwei) en órbita, en concreto el 15 de octubre de 2003. Cuatro años más tarde habían puesto en órbita alrededor de la Luna a la nave Chang'e 1. En 2013, la nave Chang'e 3 alunizó junto al pequeño rover Yutu. Dos años antes, ponían en órbita el laboratorio espacial Tiangong1, germen de su futura estación espacial. Todo esto necesita del desarrollo de potentes cohetes, como los de la serie Larga Marcha, de módulos espaciales, como los Shenzhou y, por supuesto, de la construcción de bases de lanzamiento, como el nuevo Centro de Lanzamiento de Satélites de Wenchang.
El Larga Marcha 5, el último y más avanzado cohete lanzado por China.
¿Qué proyectos destacados tienen en marcha ahora mismo?
Yo destacaría dos proyectos muy interesantes. Por una parte, (1) el programa espacial chino enfocado en la exploración y futura explotación de la Luna (y seguramente asteroides u otros planetas como Marte). El segundo proyecto (2) va encaminado a la construcción de una estación espacial totalmente china. La Luna es un objetivo goloso por dos razones: por una parte como lanzadera para la exploración del Sistema Solar y, por otra parte, como fuente de recursos naturales. Entre estos recursos cabe destacar el Helio-3 (para los futuros reactores nucleares de fusión) y el agua (para beber y como combustible). En estos momentos China tiene un pequeño rover (un robot con ruedas) analizando la superficie de nuestro satélite. En pocos años intentarán una misión para recoger rocas lunares y traerla de vuelta a la Tierra.
Respecto al proyecto de la estación espacial, hay que recordar el veto de Estados Unidos a la participación de China en la Estación Espacial Internacional (entre otros proyectos) por el temor a que los chinos se apropiasen de tecnología puntera. Si todo sigue el curso planificado por la Administración Nacional China del Espacio, su estación espacial estaría operativa en la década de 2020, curiosamente cuando la Estación Espacial Internacional será retirada del servicio.
Es también muy interesante el proyecto a medio plazo de construir una infraestructura solar en el espacio que recoja mediante paneles la energía que llega de nuestra estrella y la remita via microondas a bases terrestres. China está sedienta de fuentes de energía y su gobierno está invirtiendo fuertemente en este tipo de tecnologías, pese a la magnitud del proyecto (elevar a una órbita estable casi 10000 toneladas de material) y los retos que supone.
¿Qué función desempeña la mini estación espacial Tiangong1 TG-1, en órbita desde 2011?
Tiangong1 (Palacio Celestial 1) es el primer paso chino para la construcción, módulo a módulo, de su futura estación espacial. Aunque fue lanzado en septiembre de 2011, este laboratorio espacial estuvo operativo hasta marzo de 2016. Al igual que Tiangong2, no estaba pensado para formar parte de una estación espacial permanente, sino para probar tecnologías y procesos de construcción. Cabe destacar el exitoso programa de acoplamientos de Tiangong1 con las naves Shenzhou, tanto tripuladas como no tripuladas.
El papel que jugaba Tiangong1 como laboratorio de pruebas lo ha tomado Tiangong2, lanzada en septiembre de 2016. En octubre de este año ha recibido la visita de la nave tripulada Shenzhou-11 y un carguero de la clase Tianzhou.
El más reciente cohete chino iguala en capacidades al segundo cohete más grande de EEUU, el Delta IV Heavy.
En su opinión; ¿Qué es necesario para implementar un proyecto espacial operativo y eficiente?
La respuesta a esa pregunta es muy complicada y pasa por hacerse otras preguntas: ¿qué tipo de proyecto me interesa?, ¿es el proyecto meramente científico?, ¿queremos lanzar al espacio un satélite comercial? o ¿queremos extraer recursos mineros de un asteroide? Son muchas preguntas y hay muchas respuestas. Cuando uno ve que el coste de la misión india a Marte es 10 veces inferior a la de proyectos americanos similares, está tentado a pensar que el proyecto indio es más eficiente. Sin embargo, gran parte de la diferencia en el presupuesto es debida a los menores costes laborales (pago de científicos e ingenieros) en la India. Esto no desmerece el espectacular logro de esta nación asiática.
Los proyectos espaciales son casi artesanales, en el sentido que carecen de la eficiencia de los procesos industriales: es más eficiente y operativo producir 100000 botellas de manera industrial que soplando vidrio artesanalmente.
Un proyecto espacial será más operativo si se basa en tecnologías e infraestructuras ya probadas, como el proyecto marciano de la India, pero en muchas ocasiones se deben crear de cero muchos de los procesos e instrumentos necesarios para el correcto desarrollo de una misión.
Puede que la respuesta a la pregunta realizada venga en parte de la implicación de la iniciativa privada, no solo colaborando, sino liderando este tipo de proyectos, normalmente bajo control de agencias estatales o supranacionales debido al elevado coste que suponen.
¿Cómo podrían los Chinos superar los programas espaciales americanos, rusos y europeos? ¿Cree se dará una competencia o rivalidad sana entre potencias?
Ya existe una estrecha colaboración entre rusos y chinos, a la vez que hay proyectos espaciales chinos donde participan agencias europeas. En este sentido, no veo tanta rivalidad entre estos países y si un clima de colaboración con beneficios para las partes implicadas. Los Estados Unidos tienen, con cierta razón, recelo de colaborar con los chinos, ya que podría poner en manos de estos tecnologías y procesos industriales que los americanos consideran sensibles.
En mi opinión, será necesario crear en un futuro próximo un clima de confianza para poder llevar a cabo proyectos conjuntos (entre todas las potencias espaciales) cuyo coste económico o tecnológico resulta, de otra forma, prohibitivo. El futuro pasa por el desarrollo de nuevos sistemas de propulsión no químicos (motores iónicos, propulsión por haces de luz, …), la construcción de bases de lanzamiento fuera de la Tierra, la colonización de otros mundos, el desarrollo y explotación del espacio cislunar y un largo etcétera. Demasiadas tareas para un sólo país o agencia espacial; la colaboración internacional será inevitable.
El profesor Antonio Eff-Darwich, astrofísico y experto en heliosismología.
En su opinión; ¿Cómo es el futuro cercano de la astrofísica, con la incorporación de estos nuevos países a las investigaciones?
China está invirtiendo fuertemente en proyectos astrofísicos de primer orden. Dentro de la hoja de ruta espacial china 2016-2030, destacamos el observatorio de meteorología espacial SMILE, en colaboración con la Agencia Espacial Europea, el observatorio espacial WCOM para el estudio del ciclo del agua, la misión MIT (estudio alta atmósfera terrestre), la Einstein Probe para estudiar el Universo más energético y el observatorio solar espacial ASO-S.
Sin embargo el futuro está a la vuelta de la esquina, ya que hay varias misiones espaciales que tienen como fecha de lanzamiento 2016: un satélite recuperable para estudios de microgravedad y vida en el espacio (Shijian-10), un satélite de comunicación cuántica (QUESS), un satélite para estudiar la materia oscura (DAMPE) y un satélite de rayos X para estudiar agujeros negros.
En definitiva, el freno a la inversión en plataformas espaciales para estudios astrofísicos sufrido en Europa, Rusia y Estados Unidos, entre otros, se verá suavizado por el programa espacial chino. El futuro no parece tan negro, aunque hablemos de estudiar la inmensa oscuridad que nos rodea al abandonar nuestro planeta.
Entrevista hecha por Ángel Suárez
España
El Dr. Eff-Darwich es doctor en Astrofísica por la Universidad de La Laguna en el campo de la Heliosismología, el estudio del interior del Sol mediante el análisis de las ondas que se propagan por nuestra estrella. De su interés por el estudio de la propagación de ondas nace su otro campo de estudio científico, los volcanes. En la actualidad es profesor del Departamento de Didácticas Específicas de la Universidad de La Laguna.
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