Stratolaunch, el mayor avión de la historia, volará en 2019

Stratolaunch Systems Corp.

Desde 2016, se esperaba la llegada del avión más grande del mundo, Stratolaunch, una colosal máquina que había anunciado en 2011 el multimillonario cofundador de Microsoft, Paul Allen. Y, aunque con algo de retraso, el día ya ha llegado. La compañía Stratolaunch Systems, de Allen, ha presentado en sociedad su nuevo avión y las cifras son impresionantes: tiene una envergadura de 117 metros de ancho (más ancho que el Spruce Goose, el más grande hasta la fecha), utiliza seis motores de un 747, se apoya sobre 26 ruedas, puede transportar 113 toneladas de combustible y pesa 227 toneladas sin combustible. Eso sí, para despegar necesita unos 3,6 kilómetros de pista, casi el doble de lo necesario para la mayoría de aviones comerciales.

Pero no son solo sus dimensiones lo que hacen atractivo a Stratolaunch: cuando esté operativo, se espera que la nave vuele en la órbita baja de la Tierra y lance un cohete Pegasus XL al espacio. El cohete está diseñado para transportar satélites pequeños que pesan hasta 450 kilos en órbita, a una altitud máxima de 10 kilómetros. Es algo parecido a la idea de SpaceX y Blue Origin con sus cohetes reutilizables, la diferencia es que en esta ocasión se usará un avión gigantesco.

¿Y por qué no construir un cohete al uso? Según Allen, usar un cohete y una plataforma de lanzamiento requiere una inversión económica mayor, además de una gran cantidad combustible, y el magnate estima que, con este tipo de lanzamientos con avión, podría reducir los costes en hasta un 60%.

En un comunicado, la compañía ha afirmado que espera que el primer vuelo se lleve a cabo en 2019, si todas las pruebas son satisfactorias. En las próximas semanas se realizarán tests de vuelo, de velocidad en tierra, y resistencia en general. El objetivo a largo plazo de Stratolaunch Systems es apoyar en misiones tripuladas para la NASA, donde aseguran que podrán cobrar hasta un 70% menos de lo que cobran los rusos actualmente por llevar astronautas norteamericanos al espacio.

El mundo de los aviones parece estar viviendo una nueva revolución. Entre otras de las novedades aeronáuticas encontramos una que podría cambiar por completo esta disciplina tal y como la conocemos: los motores de plasma sustituirán pronto a los convencionales. Los reactores tradicionales utilizan una combinación de aire y combustible: al producirse la combustión, el aire caliente se expande y sale por la parte de atrás empujando el motor hacia delante. Sin embargo, durante décadas se ha buscado crear motores de plasma que se pudieran usar dentro de la atmósfera terrestre: estos usan la energía para generar campos electromagnéticos (en esencia, funcionan como un motor eléctrico) y convertir el gas en plasma, que se expande hacia la salida del tubo y genera un empuje. No precisan quemar combustibles fósiles, más allá de pequeñas cantidades de gas argón o algún elemento similar. No se había conseguiro hasta ahora, que un equipo de investigadores de la Universidad de Berlín (Alemnia) ha dado con la clave para lograrlo. Han diseñado un sistema de nanopulsos que bombardea la mezcla de gas de manera rapidísima para que su conversión a plasma sea constante y homogénea.
 

Beatriz de Vera
Si te gustó esta noticia, entérate de más a través de nuestros canales de Facebook y Twitter .

Suscríbete

Déjanos tu mail para recibir nuestro boletín de noticias

La confirmación ha sido enviada a tu correo.