Un telescopio virtualmente del tamaño de la Tierra se apresta a fotografiar un agujero negro

No se sabe a ciencia cierta qué ocurre cuando uno se deja absorber por un agujero negro. Una vez que un cuerpo entra al campo gravitacional del hoyo, ya es demasiado tarde: inminentemente será tragado por esta anomalía, incluso la luz no puede escapar de él. Mientras el agujero engulle cualquier materia, empieza un proceso de espaguetizacion, el cuerpo comienza a alargarse, a volverse una suerte de fideo, en lo que va siendo absorbido.

Todo ello a primera oída resulta alucinante. Y aunque de todo ello hay certezas basadas en observaciones y teoría, hasta ahora el hombre no ha sido capaz de fotografiar un hoyo negro, lo único que conocemos son representaciones artísticas en base a lo que se supone es en realidad esta anomalía. Precisamente esta será la misión del telescopio Event Horizon: fotografiarla.

El Event Horizon (que en castellano es “horizonte de sucesos”, algo así como el punto sin retorno en las cercanías del agujero negro) aspira a capturar en foto un agujero negro supermasivo en el centro de nuestra galaxia esta misma semana. La instantánea, se espera, revelaría una serie de aspectos en la naturaleza de los hoyos y cómo interactúan con sus alrededores y otras fuerzas cósmicas.

Se trata de una red de ocho radiotelescopios instalados en varias partes del globo, incluidas España, Estados Unidos y la Antártida. Estos aparatos son una suerte de receptores de radio empleados en la observación astronómica por su capacidad para interpretar las ondas de radio que capta como si fueran rayos de luz, gracias a gigantescas antenas (a diferencia de telescopios convencionales que enfocan sus lentes hacia el infinito en busca de fuentes de luz visible).

Es así que entre el 5 y el 14 de abril, si las condiciones climáticas lo permiten, todos los radiotelescopios se encenderán simultáneamente.

Cada telescopio apuntará a Sagitario A *, el agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea, y medirá cada onda de radio procedente de su dirección. Vincular los observatorios a través de un área tan grande y combinar sus observaciones para filtrar la luz extra creará efectivamente un poderoso "telescopio virtual" casi del tamaño de la Tierra. Sus registros reunidos permitirán armar una foto nítida de Sagitario A *, e incluso del agujero negro en el centro de la cercana galaxia M87.

La red de radiotelescopios generaría un total de 2 petabytes (2.000 terabytes o 2 millones de gigabytes) por noche, información con la que se espera tener la primera imagen del horizonte de eventos alrededor de un agujero negro y la materia que se precipita a su interior.

Recién el próximo año podrían verse las primeras imágenes reales, cuando la información recogida termine de ser procesada; sin embargo, se presume que el lado del agujero negro que gira hacia la Tierra debe mostrar una luz brillante deformada alrededor de su borde, mientras que el lado opuesto será más oscuro.

Captar estas imágenes permitirá dilucidar la verdadera naturaleza de procesos como el lanzamiento de jets o chorros relativistas, flujos de materia ionizada acelerada a la velocidad de la luz que los agujeros disparan desde su eje de rotación hacia el vacío del espacio, producto de su actividad.

En años venideros, otros conjuntos de radiotelescopios podrían sumarse a la iniciativa y hacer exploraciones mucho más profundas y detalladas.

Hans Huerto

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