Río 2016: ¿Por qué la piscina de clavados tenía este extraño color?

Algo extraño ocurrió ayer con una piscina olímpica de clavadistas en los Juegos Olímpicos de Río 2016: dejó su color azul tradicional y se tornó a un atípico tono verdusco. Deportistas, comentaristas y el público se sorprendieron ayer al ver el tono turbio que recibiría a la final femenina de 10 metros y se lanzó todo tipo de hipótesis. Al final, se descubrió que causas ambientales eran las responsables del cambio.
El vocero oficial de los juegos, Mario Andrada, informó que “una proliferación de alga” era la responsable de la novedad en el Centro Aquático Maria Lenk. “Será azul desde ahora”, indicó más temprano, explicando además que esta proliferación “se debió al calor y la falta de viento”.
El caso sorprendió a propios y extraños ayer. ¿Qué ocurrió? Se preguntó Tom Daley, clavadista británico, en su cuenta oficial de Twitter.
El color de agua no amilanó al equipo chino, que se quedó con el Oro.
La piscina para clavados se mantiene en una temperatura un poco más cálida que la de natación, lo que significa que es más probable que organismos fotosintéticos crezcan en ella. Esto, explica Newscientist, podría deberse al hecho de que Río 2016 es la primera olimpiada en años que usa piscinas al aire libre, exponiéndolas a la luz solar y rayos ultravioletas, que podrían descomponer los desinfectantes.
“Hicimos todas las pruebas químicas”, dijo el vocero, quien a modo de broma, agregó: “si hubiese sido verde y amarillo, entonces hubiese sido muy patriótico”.
Otra de las personas que tuvo una correcta lectura del suceso fue Mitch Geller, cabeza del equipo olímpico de Canadá, quien dijo que “las algas se multiplicaron rápidamente en el calor del día y el fuerte sol”.
Según el Twitter oficial del evento, el agua de la piscina fue evaluada y es “segura” para los deportistas.
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