¿Por qué existen montañas coloridas en China y Perú?

La montaña de la foto no es un escenario ficticio ni de otro mundo; es parte del Parque Geológico Nacional Zhangye Danxia, en la provincia china de Gansu. Gracias a sus vívidos colores ha adquirido su popular nombre: Las Montañas Arcoíris.
La explicación de este fenómeno viene de la geología y la meteorología. Originalmente, los estratos se formaron de modo horizontal, uno sobre otro. Sus matices resultaron de la interacción del agua (de la lluvia y subterránea) y el oxígeno interactuando con plomo y otros elementos en el sedimento.
Por un millón de años, las capas fueron enterradas y solidificadas dentro de las rocas. Su rasgo distintivo fue formado por las mismas fuerzas tectónicas responsables de la formación de los Himalayas, cuando la placa India empezó a colisionar contra la placa Euroasiática hace 40 o 50 millones de años. En el proceso, la tierra se arrugó y se convirtió en montañas.
Luego de ser elevadas las capas, fuerzas erosivas como el agua o el viento formaron los contornos pedregosos que hoy conocemos.
En Cusco, Perú, también se puede observar un fenómeno similar. Un destino turístico poco conocido pero muy frecuentado por montañistas es el Apu Ausangate, en la Cordillera de Vilcanota (Andes).
Además de las fricciones de placas tectónicas que formaron la Cordillera de los Andes –la placa del Pacífico contra la placa de América del Sur hace 200 millones de años– efectos metereológicos como el viento o la lluvia también afectaron la apariencia externa de esta montaña.
Otro gran factor que permite este vistoso paisaje es la altitud: el Ausangate se encuentra a 6.372 metros de sobre el nivel del mar. Debido al ambiente hostil para la vida, la zona carece de abundante vegetación dando lugar a este impresionante show cromático, por el que se le conoce como La Montaña de los Siete Colores.
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