Nanorobots podrían destruir el cáncer desde dentro de tu cuerpo

Un equipo de investigadores en la Universidad de Bar-Ilan en Israel creó un método en el que utilizó hebras de ADN para crear nanorobotos que pueden combatir enfermedades desde dentro de seres vivientes. En su estudio, publicado en la revista Nature Nanotechnology, los investigadores describen cómo usaron varias estructuras nanorobot inyectándolas en las cucarachas, y luego observaron cómo trabajaron juntas para apuntar a una de las células de los insectos.

Investigaciones previas mostraron que las hebras de ADN pueden ser programables, imitar circuitos y hasta resolver problemas matemáticos simples. El equipo en Israel ahora extendió el trabajo para demostrar que esta ‘programabilidad’ de los nanorobots puede ser usada dentro de un organismo para realizar trabajos como destruir células del cáncer.

Estas hebras de ADN pueden ser programadas por su tendencia natural para reaccionar a diferentes proteínas. En este nuevo esfuerzo, el equipo desenrolló hebras de ADN y luego las ató en una estructura de caja de estilo origami. La ‘caja’ fue rellenada con una molécula química. Acto seguido, otras ‘cajas’ fueron creadas con el fin de interactuar con la ‘caja’ y otras proteínas halladas dentro de la cucaracha. 

El objetivo final fue crear distintos escenarios en los que la caja se abriría automáticamente al chocar con ciertas proteínas. El hecho de añadir más nanorobots aumentaría las posibilidades de lograr el cometido. Por ejemplo, la estructura podría estar programada para abrirse solo con tres tipos de proteínas, una hecha naturalmente por la cucaracha, y otras con distintas estructuras de origami ADN.

Al mezclar estas combinaciones, los científicos hicieron posible que la caja se abra usando operaciones lógicas como Y, O, o NO (donde la caja no se abriría de estar presente cierta proteína). Con ello, recogió Phys.org, concluyeron que se pueden realizar operaciones computarizadas dentro de un organismo viviente. 

En su estudio, los investigadores llenaron las cajas de origami con químicos que se atan a moléculas hemolinfas, halladas dentro del tipo de sangre de las cucarachas. Todos los nanorobots inyectados fueron impregnados de un marcador fluorescente para que los investigadores puedan seguir el progreso dentro de la cucaracha. 

Como resultado, se pudo observar que las estructuras trabajaro como se esperó; fueron capaces de abrir o no la caja, dependiendo en la programación de la flota entera de nanorobots, en distintas ocasiones y escenarios. 

Los impresionantes resultados de este estudio ha llevado a los autores a sugerir que podrían desarrollar nanorobots similares y en tan solo cinco años empezar a probarlos en humanos. 

Daniel Meza

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