Resistió a 5 extinciones masivas pero hoy está por desaparecer

Cerca de 500 cangrejos de herradura, de la familia de los xifosuros, han muerto en la costa de Kitakyushu, en Japón. Los investigadores desconocen a ciencia cierta qué está matando a esta especies que ya corren peligro de extinción, informó el diario japonés Asahi.

Estos xifosuros viven en el fondo del mar hace 400 millones de años. Catalogado como un fósil viviente ha resistido, literalmente, a las cinco extinciones masivas que golpearon a la fauna de la Tierra.

Sin embargo, los tiempos modernos pueden acabar con ellos. Cada año, estos cangrejos ponen huevos en el humedal de Sonehigata. Según un grupo de protección local, de todos los cangrejos que salen a colocar huevos, unos 50 mueren anualmente en su lucha por llegar a las costas.  La cifra de muertes este año se elevó a 490, diez veces más que lo normal, preocupando a biólogos de aquel país. 

El biólogo de la Universidad de Kyushu, Hiroko Koike, tiene la hipótesis de que el alza de los niveles de agua debido al calentamiento global estaría modificando el hábitat natural de esta especie quitándole espacio para poner sus huevos y evitando que tengan una nutrición adecuada.  

No obstante, aún no se puede hablar de una causa certera hasta completar la investigación.


Investigador cuenta cangrejos de herradura muertos en la playa de Kita-Kyushu.

Este número de cangrejos muertos es el más alto en 20 años. Según Quartz, la población de estos cangrejos decayó notablemente las últimas dos décadas debido al calentamiento global.

Estos cangrejos puede alcanzar los 50 cm, y se alimenta de moluscos, gusanos y otros invertebrados. Pasa gran parte de su vida enterrado en la arena, donde captura a sus presas. 

Los cangrejos de herradura están cubiertos por un caparazón con ocho ojos primitivos además de dos más visibles. Tiene sangre de un color azul intenso debido a que en lugar de tener hemoglobina (basada en hierro) para transportar oxígeno, utiliza hemocianina, que está basada en cobre. 

La sangre de estas criaturas tiene otra particularidad, un tipo de célula defensiva (amebocito) capaz de detectar endotoxinas bacterianas en concentraciones mínimas. Durante años, este amebocito se ha utilizado en ensayos clínicos para mejorar vacunas. No obsante, el uso indiscriminado del cangrejo de herradura también ha ocasionado declives en su población. 

Miguel Guerra L.

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