Esta joven creó solución a sequías con cáscaras de naranja

La Feria de Ciencias de Google 2016 acaba de premiar a una muchacha de tan solo 16 años por idear una solución barata y ecoamigable al problema de la sequía que afrontan los agricultores.

De esta manera, Kiara Nirghin, natural de Johannesburgo, Sudáfrica, se hizo con los US$50.000 del premio, por crear un polímero superabsorbente a partir de las cáscaras de la naranja y del aguacate (palta), capaz de almacenar agua.

Sudáfrica viene experimentando una de las peores sequías de los últimos 45 años, lo cual pone en riesgo la autonomía alimentaria del país: las precipitaciones durante el 2015 fueron apenas dos tercios del promedio usual.

A fin de absorber las lluvias mínimas y almacenar la mayor cantidad posible de agua, existen en el mercado productos polímeros superabsorbentes. No obstante, sus altos costos y su composición química dañina para el consumo humano hacen que estos materiales no sean una opción posible para los granjeros.

Por ello, Kiara inició una investigación que partió de la premisa de que una serie de estos polímeros se dan en la naturaleza, especialmente en las cáscaras de varias frutas cítricas. No obstante, para emplearlas como polímeros superabsorbentes, las cáscaras debían integrarse con químicos como el ácido clorhídrico y el azufre.

El método de la joven sudafricana más bien ha explorado la integración de las cáscaras, hervidas, con un aceite natural hallado en la piel del aguacate, que se emulsiona gracias a rayos ultravioleta y calor. Luego de ello, el material es dejado secar al sol. El carácter orgánico de este polímero resultante hace que este pueda proveer de agua a los cultivos sin amenazar la seguridad alimentaria, mientras que al ser biodegradable, además, sirve de abono a los cultivos donde es colocado.

La masificación de este producto podría impactar positivamente en los costos de producción de los campesinos, así como en la provisión de vegetales. Además, solucionaría el problema del desecho de la industria del jugo de naranja,  

La tonelada métrica de polímeros acrílicos puede llegar a costar entre US$2.000 y US$3.000 la tonelada métrica, mientras que el producto desarrollado por Kiara Nirghin costaría entre US$30 y US$60 la tonelada, pues su materia prima son desechos. De acuerdo con la joven investigadora, la posibilidad de cultivar plantas gracias a su creación aumenta en un 84% en el contexto de una sequía.

La creación de Kiara es una más que se suma a las medidas que la humanidad toma para hacer retroceder el cambio climático. Pero la acción involuntaria del hombre también es capaz de favorecer al medioambiente: un estudio de las universidades de Waterloo y Victoria arrojó que 13 mil años de civilización en la costa de la Columbia Británica (ubicada en la costa pacífica de Canadá) mejoró la productividad de sus bosques.

Hans Huerto

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