Beber más de una lata diaria de gaseosa aumenta riesgo de prediabetes

Los adultos estadounidenses consumidores regulares de bebidas azucaradas (aproximadamente, una lata diaria) tienen un 46% más de probabilidades de desarrollar prediabetes, en comparación con quienes registran un menor o nulo consumo de estos refrescos, al menos a lo largo de un período de 14 años. Ello, según un reciente estudio epidemiológico conducido por científicos del Centro Jean Mayer de Investigación de la Nutrición Humana sobre el Envejecimiento (HNRCA, por sus siglas en inglés), de la Universidad de Tufts. Los hallazgos fueron publicados en el Journal of Nutrition esta semana.

La prediabetes es una condición asintomática que supone niveles altos de glucosa en la sangre (glucosa que debería haber sido absorbido por los tejidos del cuerpo), pero no lo suficientemente elevados como para ser calificados de diabetes. No obstante, quienes alcanzan esta condición tienen un gran riesgo de acabar sufriendo de diabetes.

De acuerdo con el trabajo, además, tomar más gaseosas con azúcar está asociado con una mayor resistencia a la insulina, factor de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2. La resistencia a la insulina consiste en la escasa capacidad de absorción de esta sustancia en un organismo, lo cual impide la absorción eficiente de glucosa, y con ello, el cuerpo se va quedando sin energías.

El estudio también comprendió el análisis del consumo de gaseosas dietéticas, pero no se halló alguna asociación concluyente entre este y la prediabetes o la resistencia a la insulina. No obstante, Nicola McKeown, Ph.D., científico del HNRCA y autor del trabajo, señaló que no se pueden descartar estudios previos que asocian a las bebidas dietéticas con el riesgo de diabetes tipo 2, pues han arrojado resultados mixtos, por lo que se precisa prolongar los estudios en esta área.

McKeown afirma que el estudio realizado da las suficientes pistas como para hacer “cambios en el estilo de vida” a fin de evitar que la prediabetes devenga en diabetes: “Nuestros hallazgos apoyan recomendaciones para limitar la ingesta de bebidas azucaradas, lo que se puede lograr mediante el reemplazo de bebidas azucaradas con alternativas más saludables como el agua o el café sin azúcar o té”.

Para alcanzar las conclusiones del estudio, fueron analizados datos de 1.685 adultos estadounidenses de mediana edad, a lo largo de 14 años, obtenidos a través del Estudio Framingham del Corazón, que ha registrado indicadores sobre el estilo de vida e historial clínico de varias generaciones de pacientes. Estos no sufrían diabetes o prediabetes al inicio del estudio y durante este fueron informando sobre su consumo de gaseosas con azúcar y zumos azucarados.

El consumo de azúcar superior a lo recomendado se fijó en más de seis raciones de 12 onzas por semana. Superarlo daba pie a mayor riesgo de prediabetes: estos consumidores registraron una resistencia a la insulina de aproximadamente 8% más alta, en comparación con el resto de participantes.

No obstante, los sujetos de estudio fueron mayormente de mediana edad y caucásicos, la mayoría, mujeres, y tenían un menor índice de masa corporal y circunferencia de cintura que el promedio nacional, lo que puede limitar la generalización de los resultados.

Si se diagnostica precozmente, la prediabetes es reversible a través de cambios en el estilo de vida, como la reducción en el consumo de estas bebidas.

Hans Huerto

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