Ahora Donald Trump sí cree en el cambio climático

Las promesas y afirmaciones de Donald Trump —presidente ya electo de Estados Unidos— en campaña caen como un castillo de naipes, y la tendencia no parece salvar a sus alegatos referidos a temas científicos y ambientales. Luego de dar ‘un giro en U’ con temas como la construcción del muro en toda la frontera de los Estados Unidos y México, o una eventual investigación a Hillary Clinton, ahora el turno es para las opiniones que el magnate dio sobre el cambio climático.
Durante la campaña, el candidato Trump sugirió que el cambio climático era no más que una mentira, y hasta lo catalogó de un mito iniciado por los chinos. Sin embargo, en un diálogo más temprano con periodistas del New York Times dio a entender que ha repensado el tema.
Al ser consultado sobre si el cambio climático tenía que ver con la actividad humana, respondió: “Creo que hay alguna conexión, algo”. Asimismo, agregó que mantendría la mente abierta sobre si retirar o no a los Estados Unidos de un tratado para mitigar los efectos de la humanidad en el cambio climático. Durante su campaña presidencial, Trump prometió sacar a los Estados Unidos del Acuerdo de París firmado el 2015.
Trump, quien estuvo confinado por días en la Torre Trump en Nueva York para organizar su equipo de gobierno, dijo a los reporteros que estaba pensando sobre “cuánto afectará el cambio climático a la competitividad estadounidense”.
Asimismo, aseveró que la energía limpia es “muy importante”, pese a que antes había dicho los parques eólicos —reconocidos como alternativas energéticas renovables— "se ven desagradables, son malos para la salud de la gente y matan pájaros", algo que la propia Asociación Americana de la Energía Eólica se encargó de desmentir.
Travis Nichols, vocero de Greenpeace citado por The Independent, dijo que no importando lo que haya dicho Trump al diario neoyorquino, el hecho de que en su equipo de transición existan una serie de negacionistas del cambio climático indica que su gobierno también lo negará.
Antes Trump, de igual forma, se autodenominó el defensor de las industrias energéticas tradicionales como la minería del carbón y se burló de posiciones opuestas que advertían de la necesidad de invertir en energía alternativa.
Lo cierto es que el calentamiento es una realidad: la Organización Metereológica Mundial (OMM) reveló el mes pasado que en 2015 se superó la concentración media de 400 partes por millón ppm de CO2 en la atmósfera de la Tierra. Esto es, se excedió el límite de seguridad determinado por más de 2.000 científicos de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF), estudiosos del cambio climático y sus consecuencias.
De acuerdo con el organismo, entre 1990 y 2015 el forzamiento radiativo –causante del calentamiento del clima– creció en 37% a causa de los gases de efecto invernadero de larga duración —el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O)— producidos por actividades industriales, agrícolas y domésticas. Según la OMM, la tendencia a superar año a año el límite establecido es irreversible.
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