La ciencia explica por qué es malo ir a dormir con un mal recuerdo

Un estudio de la Universidad Normal de Beijing, publicado hoy en Nature, ha concluido no solo que olvidar los malos recuerdos es más difícil si duermes con ellos; también sugiere que, como habían arrojado anteriores trabajos, que las memorias negativas pueden ser suprimidas a través de la privación del sueño.

El descubrimiento busca echar luz sobre nuevas formas de tratar a pacientes con trastorno de estrés postraumático y otros desórdenes similares.

Mediante el uso de imágenes por resonancia magnética funcional (IRMf) se investigaron los procesos neurobiológicos subyacentes a la supresión de recuerdos aversivos antes y después de su consolidación durante las horas de sueño nocturno. Ello evidenció que los malos recuerdos consolidados con el sueño conservan su reactividad emocional y se vuelven más resistentes a la supresión. Además, borrar estas memorias implica un mayor esfuerzo en el lóbulo prefrontal. “Estos hallazgos demuestran cambios rápidos en la organización de la memoria emocional con consolidación durante la noche y sugieren posibles bases neurobiológicas subyacentes a la resistencia a la supresión de los recuerdos emocionales en los trastornos afectivos”, señala el documento.

En el estudio, se le pidió a 73 estudiantes varones que memoricen 26 fotos tomadas junto con una imagen perturbadora al lado, como un cuerpo mutilado, un cadáver o un niño que llora. Al día siguiente, tras haber dormido, se les pidió que recordaran las imágenes negativas, dándoles como pista la imagen que no tenía carga negativa. El ejercicio fue repetido con otro lote de 26 imágenes, pero esta vez solo se les dio media hora a los participantes para pedirles que hagan memoria de las fotos.

Los participantes se esforzaron más para olvidar las imágenes perturbadoras que vieron el primer día y que luego trataron de suprimir, insinuando que el sueño hace más difícil borrar los malos recuerdos.

"Los resultados son de gran interés para tratar el problema clínico frecuente de los recuerdos no deseados, siendo el recuerdo de los acontecimientos traumáticos el ejemplo más destacado", dice a la revista New Scientist Christoph Nissen, del Centro Médico de la Universidad de Friburgo, Alemania.

"Sugerimos que la gente trate de sacar un mal recuerdo de sus mentes tan pronto como sea posible, no pensarlo demasiado y sobre todo no dormir con él", dice Yunzhe Liu, quien trabajó en el estudio en Beijing Normal Universidad de China, pero ahora está en el University College de Londres.

Las exploraciones de los cerebros de los participantes mostraron que diferentes regiones estaban involucradas activamente en disipar imágenes de sus mentes antes y después del sueño. Por ejemplo, cuando trataron de olvidar las imágenes que habían aprendido apenas 30 minutos antes, la tarea dependía principalmente del hipocampo, el centro de memoria del cerebro. Después de una noche de sueño, la tarea requería actividad en un conjunto mucho más diverso de regiones.

El estudio, no obstante, debe profundizarse para descartar que sea el tiempo transcurrido, y no el sueño, el causante de la consolidación del mal recuerdo. "Se necesitan investigaciones futuras para desentrañar los meros efectos dependientes del tiempo de la actividad cerebral específica del sueño para el olvido selectivo", dice Nissen.

Hans Huerto

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