La religión produce un efecto similar a tomar drogas, afirma estudio

Un reciente estudio a pequeña escala de científicos estadounidenses halló evidencia de que la religión y las experiencias religiosas activan los circuitos de recompensas en nuestros cerebros de un modo muy similar al que lo hacen el amor, el sexo, las apuestas, las drogas y la música.

La investigaciónrealizada a 19 individuos mormones halló que, cuando se les pidió “sentir el espíritu”, sus cerebros se encendieron de una forma muy familiar —casi como que si estos hubiesen ingerido o consumido una droga o escuchado su canción favorita. Pese a ser un estudio pequeño, emerge como uno de los primeros resultados que muestran cómo nuestros cerebros responden a la idea de Dios, proporcionando una visión fascinante del papel de la religión en el humor de los humanos y sus tomas de decisiones.

Jeff Anderson, de la Universidad de Utah y uno de los autores de la investigación, cree que este es el inicio del entendimiento de cómo el cerebro participa en experiencias que los creyentes interpretan como espirituales, divinas o trascendentes. En los últimos años, las tecnologías de escaneos cerebrales han madurado de tal forma que hoy nos permiten abordar preguntas que han estado allí por milenios. Pertenezcamos o no a un credo, es innegable que la religión ha sido una de las más importantes fuerzas configurando la sociedad humana a través de épocas. Comprender que hace sentir la religión a las personas provee de importante información sobre uno de los factores influyentes más grandes de nuestra especie.

Para responder a esta pregunta, se trabajó con 19 miembros jóvenes de la iglesia mormona —menores de 40—, incluyendo a 7 mujeres y 12 hombres. Todos fueron descritos como devotos y tenían en su hoja de vida uno o dos años de trabajo misionero a tiempo completo. Todos ellos fueron sometidos a resonancia magnética y simultáneamente expuestos a una variedad de contenidos que les ayudó a “sentir el espíritu” —un aspecto importante de la religión que consiste en un sentimiento de paz y cercanía a Dios. Con frecuencia, los mormones basan su toma de decisiones en este tipo de sentimientos. El examen de resonancia magnética de una hora incluyó: descanso, videos sobre la iglesia mormona, frases religiosas y lecturas del libro de Mormón.

Al ser consultados sobre su sentir durante esta experiencia, todos de forma unánime expresaron sentimientos de culto, adoración, paz y calidez. Muchos acabaron en lágrimas. Tras el escaneo, se evidenció que las mismas regiones cerebrales que se activaron eran parte del circuito de recompensa, generalmente estimuladas por cosas como drogas, comida chatarra y sexo. Esta parte del cerebro se denomina núcleo accumbens, que controla los sentimientos de adicción y juega un rol en la liberación de la hormona dopamina, u hormona de la recompensa. Los investigadores esperan en el futuro descubrir más sobre cómo otras religiones afectan al cerebro humano.

Un estudio reciente sobre religión también descubrió un patrón curioso: halló que los hijos de familias religiosas eran poco altruistas, lo contrario a los hijos de familias no religiosas, quienes demostraron ser más generosos.

 

Daniel Meza

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