Jugar tenis aumenta un 47% la expectativa de vida

El nadar, los deportes de raqueta y los aeróbicos estarían relacionados con menores riesgos de muerte de cualquier causa, males del corazón y paros cardíacos, sugiere una reciente investigación publicada en línea en el British Journal of Sports Medicine.
Los beneficios para la salud de la actividad física son ampliamente conocidos; sin embargo, escasean trabajos de gran escala que prueben y cuantifiquen el impacto de distintos tipos de deportes y el ejercicio en el reto de vencer a la muerte.
Por ello, investigadores de la Universidad de Oxford analizaron información de 11 encuestas nacionales representativas de la salud anual de Inglaterra y Escocia, llevadas a cabo entre 1994 y 2008. Se analizó en total a 80.306 adultos con un promedio de edad de 52 años. En cada encuesta, se preguntó a los participantes sobre qué tipo de actividad física habían hecho estos en las 4 semanas previas y si esta les había hecho jadear y sudar. Las actividades físicas incluyeron tareas domésticas, jardinería, reparaciones técnicas caseras; y las seis formas más populares de deportes o ejercicio practicadas: ciclismo, natación, aeróbicos/gimnasia, correr, fútbol/rugby y badminton/tenis/squash.
Durante el tiempo que duró la investigación, 8.790 personas incluidas en la muestra murieron, de ellos 1.909 debido a problemas cardiacos. Luego de analizar los resultados y tomar nota de los factores potencialmente influyentes, los resultados fueron los siguientes: en comparación con los encuestados que dijeron que no habían hecho ningún deporte, el riesgo de muerte por cualquier razón fue 47% menor para aquellos que jugaron los citados deportes de raquetas, 28% menor para nadadores, 27% menor para los adeptos a los aeróbicos y gimnasia, y 15% menor para ciclistas.
No hubo diferencias entre quienes no hacían deporte y quienes jugaban fútbol o corrían. En lo que se refiere al riesgo de muerte por enfermedades cardiacas y/o paros, se reveló que jugar deportes de raqueta estaba asociado a un 56% de riesgo más bajo de padecer los referidos males, un 41% menos de riesgo para quienes nadaban y un 36% menor para quienes hacían aeróbicos, comparando estas cifras con aquellos que no participaron en los mencionados deportes.
Los investigadores advirtieron que este es un estudio observacional, por lo que aun no se puede tener conclusiones sólidas sobre causa-efecto. A ello se le suma el período de estudio relativamente corto, las temporadas altas o bajas de ciertos deportes y la escasa habilidad de rastrear cambios en los niveles de participación en deportes durante el periodo de monitoreo. Todo esto podría tener un impacto en las conclusiones, indican los investigadores.
Sin embargo, concluyen: estos hallazgos demuestran que la participación en ciertos deportes pueden tener beneficios significativos para la salud pública, añadiendo que estos deberían ayudar a profesionales a inculcar a las personas a que ingresen a una rutina de ejercicio como una buena forma de mantenerse saludable.
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