Este tiburón cebra se reprodujo asexualmente ante la ausencia de su pareja

A falta de machos, buena es la partenogénesis. Es esa la lección aprendida al ver el caso de un tiburón cebra hembra, reportado por un equipo de la Universidad de Queensland en Brisbane, Australia y publicado en Scientific Reports.

Leonie es el Stegostoma fasciatum hembra estudiado y desde 1999 procreó con su pareja en un acuario en Townsville, Australia, más de dos docenas de crías. No obstante, en 2012 la pareja fue separada y desde entonces Leonie no tuvo alguno con un macho de su especie. Ello no le impidió, a principios del año pasado, dar a luz a tres tiburones bebé.

Tras más de doce años acostumbrada a la reproducción sexual, el organismo de Leonie fue capaz de desarrollar la capacidad de reproducirse asexualmente, un mecanismo muy común entre especies de invertebrados, y más bien menos frecuente entre vertebrados.

De hecho, procesos como la partenogénesis —en que un óvulo no fertilizado logra desarrollarse como un nuevo ser con vida— en que no existe intercambio genético son más comunes entre organismos unicelulares, más sencillos (sin mucho material genético por intercambiar).

Asimismo, la reproducción asexual sí se da algunos reptiles y anfibios, incluso aves; pero lo que llamó realmente la atención de Christine Dudgeon, líder de la investigación, fue que se tratara  de un espécimen acostumbrado a la reproducción sexual, que hubiese cambiado sus hábitos porque el medio, más bien escaso en machos, así se lo exigiera para asegurar la supervivencia de su especie. Este comportamiento ha sido rara vez observado en otros tipos de tiburón, serpientes y rayas, pero ninguno de ellos había tenido anteriormente una pareja, como Leonie.

Solo habían sido documentados hasta entonces los casos de una raya águila y una boa constrictora, ambas en cautiverio, que habían cambiado su método de reproducción al asexual.

Dudgeon afirma en el estudio que cabía la posibilidad de que Leonie estuviera almacenando esperma de su ex y la usara, varios años luego, para fertilizar sus huevos. Pero las pruebas genéticas mostraron que los bebés solo llevaban ADN de su madre, confirmando así que fueron concebidos asexualmente.

La investigación empleó el genotipado de ADN para reportar la primera demostración de un cambio intra-individual de reproducción sexual a partenogenética en una especie de tiburón. Asimism, se observó que una hija tiburón cebra producida sexualmente y también residente en el lugar comenzó la reproducción partenogénica en el inicio de su madurez sexual sin ningún apareamiento anterior.

En tiburones, la reproducción asexual se da cuando un óvulo es fertilizado por una célula adyacente conocida como cuerpo polar, producida por la misma hembra. La ausencia de diversidad de material genético en el proceso conduce a una endogamia extrema, por lo que no sirve como estrategia de supervivencia a largo plazo. La endogamia, en sucesivas generaciones reduce la diversidad genética de una especie y su adaptabilidad, y más bien aumenta la ocurrencia de defectos genéticos.

Sin embargo, puede ser necesaria cuando los machos escasean, dice Dudgeon. "Los genes de mamá se transmiten de hembra a hembra hasta que haya hombres disponibles para aparearse".

“Es posible que el cambio de la reproducción sexual a la reproducción asexual no sea tan inusual; simplemente, no hemos sabido buscarlo”, dice Dudgeon.

 

Hans Huerto

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