EE.UU. reconoce que la marihuana no ha sido estudiada lo suficiente

Las Academias Nacionales de Ciencia, Tecnología y Medicina de EE.UU. han presentado un informe a gran escala que reúne las últimas evidencias científicas sobre los efectos de la marihuana (Cannabis sativa). Las principales disposiciones del documento consisten en el hecho de que, para una serie de cuadros médicos, esta es significativamente útil pero al mismo tiempo tiene una serie de efectos secundarios. Al mismo tiempo, se determinó que la evidencia científica sobre la marihuana es "insuficiente" y una de las principales causas de ello son las políticas de la Administración para el Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA).

Actualmente 28 estados de Estados Unidos y Washington D. C. permiten el uso medicinal de la marihuana, ocho de ellos y la capital también han legalizado su uso con fines recreativos. De 2002 a 2015, el porcentaje de los estadounidenses mayores de 12 años que han consumido marihuana al menos una vez en el último mes aumentó del 6,2 al 8,3 por ciento (unas 22,2 millones de personas). A pesar de todo, el último informe oficial de los Estados Unidos sobre los datos médico-científicos de este producto fue presentado en 1999.

Dado el contexto, se pidió al Comité de Academias Nacionales preparar una nueva versión de este informe, incluyendo los materiales acumulados durante este tiempo. Un comité de 16 expertos en diversas disciplinas médicas y biológicas revisó más de 10700 publicaciones modernas y desarrolló una versión actual del informe.

Según el documento, hasta la fecha se pueden considerar concluyentes los siguientes efectos de la marihuana: el tratamiento del dolor crónico; la reducción de las náuseas durante la quimioterapia; la reducción de la espasticidad durante la esclerosis múltiple. Al mismo tiempo, el fumar prolongado empeora la bronquitis crónica y estadísticamente está asociado con una mayor incidencia de accidentes de tráfico (al estar bajo los efectos) y el desarrollo de la psicosis, incluyendo la esquizofrenia. Simultáneamente, una serie de respuestas a otras preguntas relacionadas con el uso terapéutico y recreativo de la marihuana (la comisión investigadora ha considerado algunas docenas divididas en 11 categorías) “no tienen suficientes pruebas”.

El informe también sostiene que un importante obstáculo para el estudio de la marihuana es su presencia lista de sustancias más controladas de DEA (Schedule 1). Debido a esto, el derecho al cultivo de cannabis para la investigación sólo lo tiene un centro científico de los EE.UU., que no puede garantizar la producción todas las variedades disponibles. Además, los laboratorios que trabajan con marihuana se enfrentan a numerosos obstáculos, y el estudio de la creciente popularidad de los productos comestibles, concentrados y preparados de cannabis para el uso local (dérmico) en general no puede llevarse a cabo debido a las limitaciones de la ley. Según los expertos, todo esto dificulta un estudio sistemático y estandarizado del cannabis y productos relacionados.

Sobre la base de los datos procesados la comisión dio cuatro recomendaciones generales descritas en distintos capítulos del informe. En primer lugar, según los expertos, es necesario crear una base de datos única y completa sobre los reales efectos de la marihuana. Los vacíos en esta base deben llenarse con el apoyo financiero a nivel nacional. En segundo lugar, es necesario desarrollar los mecanismos de monitoreo de salud pública a nivel de diferentes estados y de todo el país en general. En tercer lugar, se debe establecer un grupo de trabajo para el desarrollo de normas uniformes e informes sobre los estudios clínicos y epidemiológicos del cannabis. Y en cuarto lugar, existe la necesidad de convocar un consejo de expertos destinado a "dar una caracterización completa de los obstáculos normativos para el estudio de la marihuana" y de desarrollar una estrategia para un trabajo de investigación a gran escala en esta dirección. Los primeros resultados de la aplicación de estas recomendaciones deben recibirse en los próximos tres años.

Anteriormente, un estudio a gran escala de la población de Nueva Zelanda mostró que el único riesgo significativo que representa para la salud la marihuana es el desarrollo de la enfermedad de las encías. A su vez, los epidemiólogos estadounidenses han encontrado que la legalización de la marihuana baja su popularidad entre los adolescentes, y el uso de cannabis por razones médicas reduce el consumo de medicamentos con receta.

 

Daniel Meza

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