Super Bowl: comercial de Google Home activó y confundió a sistemas caseros

La más reciente edición del Super Tazón 2017, la final por el título de la Liga Nacional de Fútbol Americano estadounidense, superó los 110 millones de espectadores ayer. El juego es cada año un atractivo evento publicitario en que las marcas y las agencias compiten por tener las participaciones más vistosas (blandiendo a cuanta celebridad se pueda para protagonizar comerciales). De ahí que no extraña que tan solo 30 segundos de publicidad cuesten unos US$5 millones: de acuerdo con estudios de opinión y mercado entre los fanáticos del fútbol americano que sintonizan acostumbradamente el partido, el 67% de ellos escogerían una marca que anuncia en el Súper Tazón por encima de su preferida.

En estas aguas movidas de la publicidad —que han supuesto el desembolso de US$400 millones durante el partido de ayer tan solo— uno de los animadores ha sido Google. La firma tecnológica, con su más reciente anuncio de Google Home (el dispositivo que te permite controlar una serie de tareas y funciones de entretenimiento en casa, a través de un parlante que recibe órdenes de voz y las ejecuta gracias a un asistente personal con base de inteligencia artificial), ha logrado meterse en las casas de quienes ya son sus clientes, aunque no de la mejor forma.

Como se aprecia en el video, una familia ve cómo su vida se hace más sencilla con la ayuda de Google Home, en medio de veladas de relax y confraternidad. En el spot, se hace manifiesto que el sistema se mantiene en reposo y solo interpreta como órdenes y comandos las frases que uno dice luego de pronunciar la frase “Ok, Google”.

A la luz de que esta suerte de santo y seña se oye más de una vez durante el comercial, los equipos de Google Home de los hogares en que se venía sintonizando el Súper Tazón empezaron a entender que las órdenes que se oían en el televisor, mencionadas en el spot, debían ser ejecutadas. En pocas palabras, el comercial volvió locos a los sistemas que precisamente intentaba promocionar.

Órdenes como “Ok, Google, prende las luces”, “Ok, Google, pon música”, “Ok, Google, cuál es un sustituto del cardamomo” o “Ok, Google, qué sonido produce una ballena” se dejaban oír en el clip de un minuto. Las mismas, según reportan usuarios a través de sus cuentas en Twitter, empezaron a ser ejecutadas indiscriminadamente por los sistemas. O, en otros casos reportados, las supuestas órdenes oídas los hicieron entrar en conflicto y pedir disculpas por el malentendido, de la nada.

Esta no es la primera vez que un contenido publicitario activa altavoces inteligentes. El mes pasado, una emisión televisiva provocó accidentalmente que unos cuantos dispositivos Amazon Echo —principal competencia de Google Home— ordenaran algunos productos en línea.

Hans Huerto

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