Google reducirá en 35% las imágenes en tu Internet (o mejorará las fotos pequeñas)

Uno de los retos en la mejora integral de la Internet es hacer más rápida y fluida su navegación y ello implica reducir su tamaño. Sí, el tamaño virtual de la Internet, el peso de sus archivos, grosso modo.
Y uno de los caminos hacia ello está en la reducción general de los tamaños de las imágenes en la web. Mejor dicho, que los archivos de las imágenes que en promedio vemos en la Internet pesen menos (bytes) sin sacrificar dramáticamente la calidad y resolución de las mismas, haciendo de esta una red mucho más ligera.
Iniciativas en este sentido ya han sido impulsada por Google (en 2014, creó el formato WebP que reducía en 10% el peso de las imágenes) y este año vuelve a la carga con Guetzli.
El nuevo codificador de imágenes de la firma es capaz de reducir hasta en 35% el peso de los archivos de imágenes que vemos en la red.
Se trata de un nuevo algoritmo JPEG de código abierto (disponible aquí, por si eres programador o desarrollador web) que reduce el tamaño del archivo o, alternativamente, mejora la calidad de imágenes pequeñas significativamente, manteniendo el tamaño del archivo constante. Es una herramienta para que quienes creen páginas web hagan que sus imágenes se vean mejor sin pesar tanto o que las misas carguen más rápido y mejor sin aumentar su tamaño.
A diferencia de WebP, que implicaba coordinaciones a priori con navegadores y software de edición de imágenes, al tratarse de un nuevo formato de archivo, el nuevo algoritmo es compatible con los navegadores existentes, dispositivos, aplicaciones de edición de fotos y el estándar JPEG.
Guetzli, que en suizo significa galleta (el proyecto fue dirigido por la oficina de Google Research en Zurich) actúa en la etapa de cuantificación de la compresión de una imagen. Esta es una técnica de compresión con pérdida de información, que se basa en reducir a un solo valor un rango de valores en la imagen. Por ejemplo, reduce la cantidad de colores en que se va a expresar la imagen a (des)comprimir, mostrando una aproximación lo más cercana posible a la imagen original, reduciendo, por ejemplo, gradientes de color suaves a bloques individuales de color, borrando pequeños detalles.
Para alcanzar un equilibrio óptimo en la compresión sin una pérdida importante de detalle en la imagen, Guetzli, utiliza un modelo psicovisual —bautizado Butteraugli— para determinar qué colores y detalles conservar y cuáles desechar. El modelo se basa en cómo procesa visualmente las imágenes el cerebro humano, aproximando “la percepción del color y el enmascaramiento visual de una manera más completa y detallada” que otros codificadores.
Guetzli, espera Google, no solo fungirá como compresor de imágenes: también puede utilizarse para aumentar la calidad percibida de los archivos JPEG pequeños, sin que ello implique aumentar su tamaño (nuevamente, hablamos de bytes).
El rendimiento superior de Guetzli, señala Google Research, se evidencia en encuestas de usuarios que compararon imágenes codificadas por Guetzli y otras por libjpeg (un popular codificador de código abierto). El 75% de encuestados prefirió los resultados de Guetzli, en línea con la base del procesamiento que desarrolla, fundada en la percepción humana.
Imagen original a la izquierda, libjpeg en el medio, Guetzli a la derecha.
Aunque no hay detalles sobre cómo Google Research desarrolló el algoritmo, se presume que no fue ajeno al uso de redes neuronales y aprendizaje automático, herramientas de inteligencia artificial. Una red neuronal analizando un masivo banco de imágenes pudo haber ayudado a desarrollar el modelo en que se basa Guetzli.
Si te gustó esta noticia, entérate de más a través de nuestros canales de Facebook y Twitter.
Novedades

La inteligencia artificial y el big data en el sector del entretenimiento
Proteja sus datos personales y comerciales a un nivel superior
La piel de oveja: un inusitado aliado anti fraude de los antiguos abogados
Cómo mejorar la seguridad en una página web
Colombia, Ecuador y Perú comparten gran parte de su biodiversidad agrícola y el dilema por el uso de las semillas nativas o transgénicas. Estas últimas están en vilo porque, a pesar de haber pasado por muchos estudios científicos, todavía hay quienes dudan de su seguridad e impacto tanto en la salud como en el medioambiente.
Transgénicos en los Andes
Países andinos Colombia, Ecuador y Perú viven una encrucijada por el uso y la normativa de los cultivos y alimentos genéticamente modificados
Suscríbete
Déjanos tu mail para recibir nuestro boletín de noticias
Leer también

Apple presentó sus nuevos iPhone: conoce los detalles y precios de los equipos
¿Recuerdan la canción “We are de champions”, de Queen? Por supuesto que la recuerdan. ¿Recuerdan cómo termina? Es posible que estén pensado “of the world”. Si esa es su respuesta, no necesito preguntarlo: apostaría a que están absolutamente seguros de ello. Sin embargo, cuando oímos la grabación original de Queen nos encontraremos con una sorpresa.
Efecto Mandela: teorías paranormales en los tiempos de Donald Trump
El pasado 8 de septiembre la NASA lanzó desde Cabo Cañaveral la sonda OSIRIS-REx, con el objetivo de estudiar in situ al asteroide Bennu. Se trata de una misión crucial que traerá por primera vez muestras no contaminadas de un asteroide de tipo primitivo que podremos estudiar en detalle, con los mejores instrumentos de laboratorio que existen. Allí estuvo el Dr. Javier Licandro, Investigador Titular del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y colaborador en la referida misión de la agencia espacial estadounidense.
