A lo “The Walking Dead”: en el medioevo ya prevenían la aparición de zombis

Un equipo de la agencia gubernamental de patrimonio Inglaterra Histórica y la Universidad de Southampton ha realizado un estudio que concluye que durante el medioevo se acostumbraba a darle un tratamiento especial a los cadáveres a fin de que no volvieran a la vida en forma de zombis. El estudio fue publicado en Journal of Achaeological Science Reports.
Ello, al menos en una aldea desierta en North Yorkshire, donde el equipo estudió 137 huesos humanos excavados, que corresponderían a al menos 10 personas.
Los restos, de los siglos XI a XIV, fueron hallados en un pozo dentro del asentamiento Wharram Percy, aparentan haber sido quemados y mutilados. Se trata de una de las primeras evidencias arqueológicas de rituales funerarios para prevenir que los fallecidos se conviertan en muertos vivientes y tracen su camino de vuelta a la población, amenazando a los vivos.
Antes de arribar a esta conclusión, sobre la base de estudios previos el equipo investigador pudo descartar que el peculiar tratamiento de los restos se haya debido a que estos correspondieron a forasteros o que hubieran sido canibalizados.
La Edad Media tuvo entre sus creencias folklóricas la de que las personas que habían llevado vidas agitadas y licenciosas —enemigos, criminales, asesinos, violadores—podrían levantarse de entre los muertos, propagando enfermedades y muerte con viciosos ataques a la población local.
Un estudio de 2011, realizado en Irlanda, ya daba cuenta de restos enterrados hallados con rocas encajadas en sus bocas: era para evitar que regresaran a la vida y atacaran a mordiscos.
El reciente hallazgo evidenció muchos huesos con marcas de cuchillo que sugieren que los cadáveres habían sido decapitados y desmembrados. También había evidencia de que los huesos en varias partes del cuerpo habían sido quemados y rotos deliberadamente después de la muerte.
Además, el análisis de los dientes realizado en el presente estudio, que determina cómo era la geología del lugar en que vivía un individuo cuando sus dientes se formaron en su infancia, sugiere que los restos hallados pertenecieron a gente que creció cerca al lugar del descubrimiento, descartando que se haya tratado de forasteros a los que se tenía miedo.
"Esto fue sorprendente para nosotros, ya que primero nos preguntamos si el tratamiento inusual de los cuerpos podría relacionarse con que se hayan tratado de extranjeros", dice Alistair Pike, profesor de ciencias arqueológicas en la Universidad de Southampton.
También se ha descartado que los cuerpos hayan sido desmembrados en prácticas caníbales, producto de hambrunas. Ello, porque lo usual en casos de canibalismo es hallar cortes y marcas de cuchillos cerca a las articulaciones, lo que facilita el desmembramiento, y no en medio de los huesos, como en el caso de los restos hallados. En los restos de Wharram Percy los cortes estaban principalmente en la cabeza y el cuello, dicen los investigadores.
Simon Mays, biólogo del equipo, señala que esta es la primera buena evidencia arqueológica de esta práctica, que muestra un lado oscuro de las creencias medievales y proporciona un recordatorio gráfico de lo diferente que era la concepción del mundo en aquel entonces.
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