¿Qué pasaría si un dron fuese impactado por un rayo? [VIDEO]

Laboratorio de Alta Tensión de la Universidad de Manchester.

¿Sabes que se calcula que los aviones reciban el impacto de un rayo por cada mil horas de vuelo? No te asustes, no pasa nada. Aunque cada vez (de las pocas que ocurre) que hay un accidente aéreo bajo una tormenta todo el mundo parece ver claro el culpable, lo cierto es que a los aviones los rayos les dan igual. Estos aparatos son grandes jaulas de Faraday volantes, lo que significa que toda la energía que le llega, se transmitirá por su exterior pero no la atravesará, por lo que los pasajeros pueden continuar su viaje tranquilos. Pero, llegan nuevos tiempos y el cielo se va poblando de colonizadores con alas que quizá no estén preparados para estas adversidades meteorológicas. En concreto, ¿puede un dron resistir el impacto de un rayo?

Esa es la pregunta que planteó el youtuber Tom Scott cuando llevó dos drones Phantom 3 de DJI al Laboratorio de Alta Tensión de la Universidad de Manchester (Reino Unido), donde puede recrearse una tormenta eléctrica, gracias a un generador de impulsos con potencia para producir un rayo de más de 1 millón de voltios (en la naturaleza pueden ser 100 veces más potentes). Para medir su resistencia, los investigadores de ingeniería eléctrica Vidyadhar Peesapati y Richard Gardner, realizaron diferentes experimentos.

En el primero, el dron fue atado al suelo (para asegurarse de que no se saliera del haz de luz) y bombardeado con más de 1 millón de voltios de electricidad. En este vídeo, colgado por Scott, se puede ver que el rayo atraviesa el robot, derrotándolo. "Sorprendentemente, no había marcas visibles en el exterior del aparato, pero eso no significa que su interior no se dañara: la electricidad eligió el camino que ofrecía menos resistencia, lo que consiguió freir todos los componentes electrónicos internos”, cuenta en su blog Enna Bartlett, coordinadora digital de la universidad.

Perdido un dron, los investigadores trataron de proteger al segundo añadiéndole un pararrayos hecho de cinta de cobre, para que actuara como conductor y que no fuera necesario atarlo. Aunque la cinta de cobre estaba destinada a atraer el relámpago en el punto más alto del dron y proteger el resto de la estructura, las hélices seguían siendo igual de altas (y atractivas) para el rayo, así que este segundo robot sufrió aún más daño que su compañero.

Además de hacer que un vídeo con sus demostraciones se vuelva viral el Youtube, los investigadores aseguran que comprender cómo se comportan estos aparatos en situaciones adversas puede ayudar a proporcionarles protección. “Este conocimiento podría aplicarse a la tecnología de aviones no tripulados para asegurar que tanto el aparato como su piloto se mantengan seguros si vuelan en condiciones climáticas adversas".

Puede parecerlo, pero no es una frivolidad preocuparse por el bienestar de estos pequeños robots. Como ya contábamos aquí, se calcula que dentro de unos años, los drones realizarán por ti muchas de las actividades cotidianas como hacer la compra, te harán la mudanza, podrás enviar paquetes con ellos o servirán de juguete para tus hijos. Así que mejor que aguanten más de un asalto.

 

Beatriz de Vera
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