Gafas de RA para astronautas ayudan a paralíticos a comunicarse

Una tecnología diseñada para ayudar a los astronautas en sus viajes espaciales ha servido para desarrollar una aplicación que permite la comunicación entre pacientes con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) carentes de la  capacidad de hablar.

El dispositivo en cuestión se llama EyeSpeak, unas gafas de realidad aumentada que detectan el movimiento de los ojos a través de un teclado virtual (como se muestra en este vídeo) situado en el interior de sus lentes, donde las palabras y frases escritas por el usuario son traducidas por el software incorporado. Las gafas también permiten navegar por Internet, ver vídeos y acceder a mensajes de correo electrónico en privado, ya que solo el usuario ve lo que se proyecta dentro de sus gafas, aunque no le impiden observar lo que está sucediendo a su alrededor.

Según podemos leer en este comunicado de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), este proyecto deriva del trabajo que la empresa LusoSpace realizó para un estudio de la agencia sobre herramientas de visualización para astronautas. "En ese momento, solo disponían de sistemas relativamente rudimentarios durante las caminatas espaciales, con una lista de verificación escrita sobre el brazo y las comunicaciones de voz con los controladores de tierra", explicó João Pereira do Carmo, de la ESA.

Según Ivo Vieira, CEO de LusoSpace, "llevamos trabajando en realidad aumentada para astronautas desde 2005, así que cuando diagnosticaron a mi padre hace cuatro años de una enfermedad degenerativa, se me ocurrió utilizar esta tecnología para mejorar su vida mediante un nuevo sistema de comunicación móvil". Tiempo después, decidieron fundar LusoVu con el fin de adaptarlas a personas con discapacidad.


Ivo Vieira y su padre. / ESA

"Este es el primer dispositivo de este tipo que es independiente y se puede utilizar en cualquier lugar y posición física, independientemente de la orientación de la cabeza del usuario", añade Teresa Nicolau, especialista de EyeSpeak. La ELA afecta gradualmente a la función muscular, incluyendo la capacidad de comunicarse verbalmente. Sin embargo, esta aplicación es posible y puede suponer un gran avance en la mejora de la calidad de vida de estas personas porque el movimiento ocular, generalmente, permanece intacto.

Los desarrollos tecnológicos iniciales fueron seguidos por una campaña de microfinanciación en 2014, que dio lugar a 45 unidades de prototipo EyeSpeak en 2015. El actual EyeSpeak 1, que salió a la venta en marzo de 2016, lleva incorporado  un micrófono, altavoces y una pequeña cámara controlada por una unidad de microprocesador. Viene con una voz sintetizada estándar o la voz del propietario basada en grabaciones hechas previamente.

En noviembre pasado, científicos dieron cuenta de cómo una mujer de 58 años con ELA aprendió a usar un implante cerebral inalámbrico para comunicarse mediante pensamientos. Fue la primera vez que una plataforma cerebro-computadora funcionó para una persona en un día ordinario de casa, sin la necesidad de médicos ni ingenieros para recalibrar el dispositivo. El sistema fue desarrollado por científicos del Centro del Cerebro del Centro Médico Universitario Utrecht de Holanda, y los detalles del mismo fueron publicados en la revista New England Journal of Medicine.

 

Beatriz de Vera
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