Existiría más de un universo y este punto frío en el espacio nos da la pista

El mapa del cielo cósmico del fondo de microondas (CMB) producido por el satélite Planck. El rojo representa regiones ligeramente más cálidas y el azul, las regiones ligeramente más frías. El punto frío se muestra en la inserción, con coordenadas en los ejes xyy, y la diferencia de temperatura es de millonésimas de un grado en la escala en la parte inferior (Crédito: ESA y Durham University).

Un punto frío en el fondo de espacio exterior ha hecho que la comunidad científica se rasque la cabeza por años en busca de una explicación a su naturaleza. Por años, se creyó que era un gran vacío en el universo, pero recientes observaciones del estudiante de postgrado Ruari Mackenzie y el profesor Tom Shanks en el Centro de Astronomía Extragaláctica de la Universidad de Durham, sugieren que podría tratarse más bien de la primera señal de que existe más de un universo. El trabajo es publicado en la revista Monthly Notices de la Real Sociedad Astronómica.

La radiación de fondo de microondas (CMB por su sigla en inglés) es un campo de radiación que cubre todo el universo observable y es un eco del Big Bang que se escucha hasta hoy. Tiene una temperatura de 2,73 grados por encima del cero absoluto (o -270,43 grados Celsius), aunque ostenta algunas anomalías, como el punto frío materia del estudio.

Se trata de una región alrededor de 0.00015 grados más fría que su entorno y hasta ahora la explicación de ello se asociaba a un supuesto enorme vacío de miles de millones de años luz de ancho, en el que había relativamente pocas galaxias, en comparación con el promedio en otras latitudes. Ello, según los modelos de cosmología estándar.

No obstante, las recientes observaciones de Mackenzie y Shanks permiten afirmar que en esta región del universo las galaxias más bien están agrupadas en varios clústeres, como si se trataron de burbujas.

El constante y acelerado proceso de expansión del universo hace que algunas partes luzcan más vacías con el tiempo, lo que se traduce en sutiles desplazamientos hacia el rojo (o redshifts) en la luz de las galaxias observadas. Este es un fenómeno que se da cuando una luz visible se aleja del observador aumentando su longitud de onda y tornándose así al rojo, el final del espectro electromganético. Cuanto más distante está la galaxia, mayor es su desplazamiento hacia el rojo observado. Al medir los colores de las galaxias, se pueden estimar sus desplazamientos al rojo, y por tanto sus distancias. El punto frío venía siendo registrado como un espacio azul, donde al haber ausencia de luces rojas se sugería que hubiera escasez de galaxias. Sin embargo, estas mediciones tienen un alto grado de incertidumbre.

En su nuevo trabajo, el equipo de Durham presentó los resultados de un estudio exhaustivo de los desplazamientos al rojo de 7.000 galaxias utilizando un espectrógrafo desplegado en el Telescopio Anglo-australiano. Tras analizar este conjunto de datos de fidelidad superior, Mackenzie y Shanks no ven ninguna evidencia de un supervacío capaz de explicar el punto frío dentro de la teoría estándar. Más bien, detectaron que la región está subdividida en pequeños vacíos rodeados de cúmulos de galaxias, una distribución muy parecida a la del resto del universo.

Mackenzie comentó: "Los vacíos que hemos detectado no pueden explicar el punto frío bajo la cosmología estándar. Existe la posibilidad de que algún modelo no estándar podría ser propuesto para vincular a ambos en el futuro, pero nuestros datos ponen fuertes restricciones en cualquier intento de hacer eso".

Si realmente no hay supervacío que explique el punto frío, las simulaciones del modelo estándar del universo dan probabilidades de 1 en 50 que el lugar se enfrío por casualidad. Por ende, no podemos descartar completamente que el frío del lugar sea causado por una fluctuación improbable explicada por el modelo estándar. Aunque, de hacerlo, hay explicaciones más exóticas.

"Quizás lo más emocionante de esto es que el punto frío podría haber sido causado por una colisión entre nuestro universo y una burbuja de otro universo. Si un análisis más detallado de los datos del CMB demuestra que este es el caso, entonces el punto frío podría tomarse como la primera evidencia del multiverso, y de la existencia de miles de otros universos como el nuestro”, explica Shanks.

Hans Huerto

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