La saliva de garrapata podría ‘curarte’ el corazón

Garrapata
Pixabay

Generalmente, no somos muy fans de las garrapatas, una criatura que, además de resultarnos desagradable, asociamos fácilmente con la propagación de enfermedades. Y nuestro instinto suele estar en lo cierto, sin embargo, la saliva de este tipo de ácaros podría ser un salvavidas en potencia, según una investigación publicada en Scientific Reports. Los autores han demostrado que esta secreción bloquea los productos químicos nocivos asociados con un tipo particular de enfermedad cardíaca: la miocarditis, que conduce a insuficiencia cardíaca en alrededor del 30% de los casos.

La miocarditis es una enfermedad devastadora, que puede ocurrir cuando el corazón se infecta con un virus común y causa que unas sustancias químicas llamadas quimiocinas sean liberadas, lo que a su vez atrae a las células que conducen a la inflamación cardíaca. Por ahora, existen muy pocos tratamientos para esta dolencia, pero lo que el equipo de la Universidad de Oxford (Reino Unido) ha descubierto es que la saliva de la garrapata puede ayudar a neutralizar estas quimiocinas. Los investigadores creen que el tratamiento podría extenderse a todo tipo de otras enfermedades donde la inflamación juega un papel importante, como ataque al corazón, apoplejía, pancreatitis y artritis.

La garrapata puede alimentarse de sangre de un anfitrión de ocho a diez días sin que nadie note que está ahí, y esta es la clave para que la investigación se haya centrado en este animal: lo logra gracias a unas proteínas llamadas evasins que se encuentran en su saliva y que bloquean las quimioquinas que, de otro modo, causarían inflamación. Dependiendo de la especie, las garrapatas pueden tener hasta 3.000 proteínas en su saliva, pero encontraron que la del tipo P991_AMBCA, de la garrapata cayenne americana, resultaba particularmente prometedora. Para evitar tener que extraer la saliva directamente de sus bocas, los científicos usaron genes sintéticos para cultivar las mismas proteínas en la levadura.

El siguiente paso, dicen los investigadores, es averiguar cómo podemos convertir estas proteínas bloqueadoras de quimiocinas en tratamientos para los cientos de miles de personas diagnosticadas con miocarditis. No es un camino convencional, añaden, pero “la saliva de garrapatas parece un área de investigación emocionante”.

Son muchos los frentes científicos abiertos en la búsqueda de una cura para las enfermedades del corazón. Una nueva investigación, llevada a cabo por la Universidad de Florida (EE.UU.) abre la posibilidad a que el corazón humano pueda regenerarse. Los científicos que participaron en este trabajo, publicado en PNAS, rastreaban el origen evolutivo de las células musculares, como las que forman nuestros corazones, desde un enfoque inusual: los genes de animales sin corazones ni músculos. De este modo, descubrieron genes conocidos por formar células cardíacas en seres humanos y otros animales en el intestino de una anémona Nematostella vectensis, que tiene la fantástica habilidad de que, si se divide en muchas piezas, cada una de estas se regenerará en un nuevo animal.

Beatriz de Vera
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