Nanotubos de carbono podrían reparar daños en médula espinal

Ilustración de una neurona. /Pixabay
Según un nuevo estudio publicado en Nanomedicine: Nanotechnology, Biology and Medicine, es posible integrar nanotubos de carbono en las neuronas para controlar su crecimiento y restaurar las conexiones eléctricas perdidas entre las células nerviosas. Los investigadores aseguran que esta tecnología se puede utilizar con seguridad y esperan que puedan restaurar la función neuronal a las personas con lesiones de la columna vertebral.
Debido a que son largos, delgados y conductores, los nanotubos de carbono parecían ser el candidato ideal para las prótesis neuronales, restaurando la función de las vías neurales dañadas y de los sistemas que interactúan con el cuerpo humano. Este material tiene algunas propiedades notables, como una excelente conductividad térmica, resistencia mecánica y conductividad eléctrica. Se han utilizado para fabricar la fibra más resistente jamás fabricada, chips de computadora que funcionan dos veces más rápido que los de silicio y, también, para crear el material más negro del mundo: Vantablack.
El grupo multidisciplinar y multinacional de científicos ha observado que este tipo de nanomateriales puede regular la formación de sinapsis y la región en la que se transmite la información entre las neuronas, así como modular ciertos mecanismos biológicos, como su crecimiento. Los nanomateriales vendrían a funcionar como una prótesis neuronal: por una parte, servirían como andamiaje para las células; por otra, como un interfaz que favorecería las comunicaciones. Según los investigadores, las primeras pruebas in vivo ya se están llevando a cabo y los resultados parecen prometedores.
Sin embargo, ha habido preocupaciones en el pasado sobre la seguridad de los nanotubos de carbono. Su naturaleza fibrosa los coloca en la misma clase que el amianto y se ha demostrado que penetran en la membrana celular, una capa delicada hecha de moléculas de lípidos. Para evitar estas interferencias, en este estudio, los investigadores modificaron químicamente la superficie de los nanotubos de carbono de tal modo que no interfieran con los lípidos que integran la membrana celular, unos compuestos que desempeñan un papel muy importante en la transmisión de las señales nerviosas. Además, aseguran que los nanotubos facilitan el desarrollo neuronal y la formación de nuevas sinapsis, y destacan la adaptabilidad y compatibilidad mecánica de estos con los tejidos.
Pero estos son todavía primeros días y todavía hay un par de cuestiones importantes que deben abordarse. Entender exactamente cómo impacta la integración de los nanotubos de carbono en la creación y estructura de las vías neuronales es algo que tendrá que ser estudiado con detenimiento: si, por ejemplo, el mero contacto provocara un aumento vertiginoso del número de sinapsis, estos materiales serían esencialmente inutilizables. A pesar de esta preocupación, los investigadores esperan que los nanotubos de carbono puedan utilizarse con seguridad como prótesis neuronales y sigan con confianza la siguiente etapa de la investigación: la experimentación con animales.
La nanotecnología tiene aplicaciones muy prometedoras en el campo de la salud. Investigadores canadienses han logrado un gran avance al crear una legión de agentes nanorobóticos que destruyen las células cancerígenas con precisión. Los agentes viajan por el torrente sanguíneo y administran un fármaco a los tumores con células cancerígenas. Identifican la zona hipoxia, aquella en la que los tejidos no reciben el oxígeno necesario y que muchas veces se resiste al tratamiento de quimioterapia. Lo interesante de esta tecnología es la precisión con la que atacan el mal y el gran avance que representa para los estudios del cáncer.
Beatriz de Vera
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