Dinosaurio cazador del Jurásico es pariente de los cocodrilos

Apariencia externa del Razanandrongobe sakalavae según representación del artista. 
Fabio Manucci

Un equipo de paleontólogos italianos y franceses ha descrito a la especie de dinosaurio gigante tipo cocodrilo llamada Razanandrongobe sakalavae, el cual vivió cerca de 170 millones de años atrás en el noroeste de Madagascar. De acuerdo a la investigación, este animal fue un depredador que se encontraba en la cima de la cadena alimenticia de su tiempo, el Jurásico Medio. Al estudiar la estructura de sus dientes, se notó que este animal no solo se alimentaba de la carne, sino también de los tendones y huesos de sus presas. El estudio fue publicado en PeerJ.
 
En una investigación previa, publicada en 2006, los mismos autores describieron el fósil de un reptil cuyos restos se encontraron de manera fragmentada: una parte de la mandíbula con tres dientes y otros siete dientes sueltos. Solo con estos restos, los investigadores pudieron identificar que el animal pertenece al nuevo género de arcosaurio carnívoro (un grupo de reptiles al cual también pertenecen los cocodrilos, y algunos reptiles extintos, incluyendo dinosaurios y pterosaurios). Sin embargo, hacía falta precisar a qué especie pertenece el fósil, si a un cocodrilo o a un dinosaurio del suborden de los terópodos (al cual pertenecen, por ejemplo, los tiranosaurios). 
 
En esta nueva investigación, se describe a un nuevo representante de la especie R.sakalavae a quien se le hallaron más restos fósiles: el hueso premaxilar derecho con cinco dientes, fragmentos de la mandíbula inferior izquierda con ocho dientes, la mandíbula superior, y un diente suelto. 
 
En esta ocasión, los investigadores determinaron con seguridad que el animal pertenece al suborden de los notosuquios, parientes extintos de los cocodrilos, que vivieron en su mayoría en el bloque continental de Gondwana durante el periodo Cretácico (145 a 166 millones de años atrás). 
 
Los notosuquios eran animales de tamaño reducido, vivieron en tierra firme y no solo eran depredadores, sino también herbívoros e insectívoros. Muchos de ellos tenían largas extremidades adaptadas para caminar y correr, un maxilar inferior móvil y un caparazón parecido al de los cingulados. Además, tenían un cráneo alargado y unos dientes protuberantes, como los cocodrilos, precisamente.  


Reconstrucción de la cabeza de Razanandrongobe sakalavae. 
Fabio Manucci

La nueva especie descrita viene a ser el más antiguo y más grande representante del suborden de los notosuquios. Tenía un largo de cerca de 7 m y pesaba entre 800 y 1000 kg. “En base a los huesos del cráneo, podemos inferir que la forma de su cuerpo era similar a los baurusúquidos (un tipo de notosuquio sudamericano)”, dijo Cristiano Dal Sasso, del Museo de Historia Natural en Milán. 
 
Previamente, un equipo de investigadores descubrió, en los EE.UU., los fósiles de otro superdepredador de tierra firme, ancestro de los cocodrilos modernos, que habitó cerca de 200 millones de años atrás. El reptil tenía un largo de casi 3 m y caminaba sobre sus patas traseras. 
 
Catalina Rusakova
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