Antibióticos al final del embarazo hacen a bebes propensos a enfermedades intestinales

Los expertos insisten en que no hay que tomar antibióticos indiscriminadamente. /Pixabay

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Chicago (EE.UU.) muestra que tomar antibióticos durante el último período de embarazo o la lactancia, predispone al bebé a desarrollar enfermedad inflamatoria intestinal (EII). En la investigación realizada con ratones y publicada en Cell Reports, los descendientes de los animales a los que se les administraba el fármaco eran más propensos a desarrollar una condición inflamatoria del colon, que se asemeja a la EII humana.

El tratamiento con antibióticos también causó cambios duraderos en la microbiota intestinal de las madres, que fueron transmitidos a sus hijos. Mientras que los hijos desarrollaron la enfermedad, los ratones adultos que recibieron antibióticos no vieron un aumento en la EII, lo que sugiere que el momento de la exposición a los antibióticos es crucial, especialmente durante el período de desarrollo temprano después del nacimiento, cuando el sistema inmunológico está madurando.

Varios estudios epidemiológicos han sugerido que la exposición a antibióticos durante el período periparto (embarazo tardío y período de lactancia después del nacimiento) aumenta el riesgo de EII en humanos. Sin embargo, la evidencia directa de esta asociación ha sido escasa, debido a las grandes diferencias en los microbios intestinales individuales, los retos en el control de las variables, y los límites de la realización de experimentos clínicos en mujeres embarazadas y lactantes.

Para alcanzar estas conclusiones, los investigadores dieron cefoperazona, un antibiótico de uso común, a las madres de ratón en las últimas etapas del embarazo y durante el período de lactancia, en un intento de imitar un escenario clínico común de la exposición temprana a los antibióticos en los seres humanos. Ninguno de los ratones adultos tratados con antibióticos desarrolló inflamación de colon, pero sus cachorros mostraron un alto riesgo de desarrollarla, en comparación con los hijos de las madres que no fueron medicadas.

Utilizando tecnologías de secuenciación de alto rendimiento, el equipo también analizó las estructuras microbianas de la población intestinal de las madres y sus descendientes. Las madres mostraron una disminución en la diversidad de bacterias y cambios en el número relativo de ciertos grupos de bacterias. Los cachorros de ratón también sufrieron cambios similares en sus bacterias intestinales, en las comunidades microbianas que comparten con sus madres durante el parto. La diversidad de microbios en estos cachorros fue significativamente diferente de la de los ratones no tratados con antibióticos, y estas diferencias duraron hasta la edad adulta.

Los autores del estudio aseguran que en los huéspedes genéticamente susceptibles, la incapacidad de desarrollar el sistema inmunológico correctamente puede tener consecuencias negativas como la enfermedad inflamatoria del intestino o cualquier otro tipo de trastornos inmunes complejos. "Lo que esto debe decirnos es que los antibióticos no son tan inocuos como creemos que son, y el uso improvisado y casual de ellos puede tener consecuencias. Cuando se usan durante el embarazo o la primera infancia, pueden perturbar el desarrollo de un microbioma intestinal normal, esencial para el desarrollo inmune adecuado."

Los investigadores advirtieron, sin embargo, que estos resultados no han sido probados en humanos y no deben tomarse como una razón para evitar los medicamentos en mujeres embarazadas o lactantes cuando se necesitan para tratar infecciones bacterianas peligrosas. En cambio, considera que debería servir como un recordatorio de que se debe evitar el uso indiscriminado. "Los antibióticos deben ser usados ​​con juicio cuando sean indicados".

Con la finalidad de proveer el primer vistazo a gran escala de las maniobras de una bacteria frente a altas dosis de antibióticos y su adaptación para sobrevivir, científicos de la escuela Médica de Harvard y el Instituto Israelí de Tecnología (Technion) diseñaron una forma simple de observar su movimiento mientras se vuelve inmune a los medicamentos. Puedes observar la producción cinematográfica resultante aquí.

Beatriz de Vera
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