Gen en la saliva da la pista sobre especie fantasma que se cruzó con antiguos humanos

El Neanderthal, nuestro primo, aportó a la mezcla genética del humano contemporáneo. Hoy, una traza en la saliva hecha luz sobre un homínido desconocido que tambipen se habría cruzado con nuestros antepasados en el África Subsahariana (Foto: Flickr).

Trazas de un gen en la saliva han revelado a científicos de la Universidad de Buffalo que una especie "fantasma" (llamada así por no existir registro alguno de fósiles de ella) de humanos arcaicos podría haber brindado material genético a los antepasados ​​de actuales habitantes del África subsahariana de hoy.

La investigación, publicada en la revista Molecular Biology and Evolution, engruesa el conjunto de trabajos sobre la frecuencia de encuentros sexuales entre diferentes especies humanas arcaicas y cómo ayudaron a redondear el perfil genético actual de la raza humana. Entre estos, los cruces de los antiguos asiáticos y europeos con otras especies de homínidos tempranos, como Neanderthales y Denisovanos.

Omer Gokcumen, profesor asistente de ciencias biológicas en la Universidad de Buffalo y autor del trabajo, señala que la investigación rastreó la evolución “de una importante proteína mucina llamada MUC7 que se encuentra en la saliva": "Cuando examinamos la historia del gen que codifica la proteína, vimos la firma de una mezcla genética arcaica [aún hoy presente] en las poblaciones africanas subsaharianas modernas".

La proteína MUC7 vuelve viscosa la saliva y ayuda a que se peguen a ella microbios, ayudando potencialmente a librar al cuerpo de bacterias que causan enfermedades. Como parte de esta investigación, el equipo examinó el gen MUC7 en más de 2.500 genomas humanos modernos. El análisis reveló que un grupo de genomas del África subsahariana tenía una versión del gen drásticamente diferente de las versiones encontradas en otros seres humanos modernos.

Esta variante era tan distintiva que los genes de la MUC7 de Neanderthales y Denisovanos se le parecían más que los de otros seres humanos modernos.

"La explicación más plausible para esta variación extrema es la introgresión arcaica: la introducción de material genético de una especie 'fantasma' de homínidos antiguos ya descubierta o aún por descubrir", dice Gokcumen.

La tasa de mutación de los genes permitió calcular que los antepasados ​​de las personas que llevan la variante sub-sahariana de la MUC7 se cruzaron con otra antigua especie humana hace 150.000 años, tras haberse escindido evolutivamente hace unos 1,5 a 2 millones de años.

El gen MUC7 venía siendo estudiado en la medida en que se cree que, dadas sus propiedades en la saliva, había hecho evolucionar este fluido de modo que amplié sus beneficios para la salud del humano. En algunas personas, el gen tiene seis copias de instrucciones genéticas que ordenan al cuerpo construir partes de la proteína correspondiente. En otras personas, el gen alberga solo cinco conjuntos de estas instrucciones (conocidas como repeticiones en tándem).

Estudios anteriores de otros investigadores arrojaron que la versión de cinco copias del gen protegía contra el asma, pero Gokcumen y su equipo no confirmaron esta asociación. Más bien, concluyeron que la MUC7 parece influir en la composición del microbioma oral, el colectivo de microorganismo que habitan nuestra boca. La evidencia de esto provino de un análisis de muestras biológicas de 130 personas, que encontró que diferentes versiones del gen MUC7 estaban fuertemente asociadas con diferentes composiciones de microbiomas orales. Confirmar que la MUC7 aumenta la capacidad de la saliva de unirse a los microbios, reafirma que cumple una tarea importante que puede ayudar a prevenir enfermedades al eliminar las bacterias no deseadas u otros patógenos de la boca.

Hans Huerto

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