Bolsas de aire, la nueva propuesta para hacer a los robots más seguros

La presencia de robots o aparatos automatizados en la industria trabajando junto a humanos es cada vez mayor, y se estima un reto inevitable en el futuro más cercano, con grandes expectativas de expansión. En el caso de un humano haciendo equipo con un robot, sin embargo, siempre están los riesgos para la integridad física de la persona. Un robot averiado no solo podría detener la producción, sino también podría quebrar a alguien algunos huesos, o abrir graves heridas.

Pensando en este tipo de fallos con riesgo, científicos alemanes del Centro de Robótica y Mecatrónica DLR han desarrollado una sencilla medida de seguridad: bolsas de aire para robots. Los científicos pensaron por primera vez en esta idea en el 2016, pero la semana pasada publicaron un nuevo video mostrando cómo la tecnología podría bien funcionar en tareas colaborativas, como una bomba de calefacción. 

Como el video lo demuestra, la bolsa de aire rodea a los bordes puntiagudos de herramienta manipuladora del robot, inflándose automáticamente cuando el brazo se mueve para proteger a personas alrededor. Cuando el robot necesita usar el manipulador, la bolsa se desinfla en menos de un segundo. Las luces dentro de la ‘bolsa’ permitirán a los humanos conocer cuándo la máquina es segura, y los sensores de presión internos detectarán si el robot se topa con alguien. Un video de un prototipo temprano de esta propuesta grabado en marzo demuestra a un investigador  probando la eficacia del sistema de la forma más directa posible: haciendo que un robot equipado con bolsas de aire golpee directamente en su cabeza. 

Las bolsas de aire en los bordes puntiagudos en robots son una opción más en el abanico de propuestas para hacer a los robots seguros para los humanos. También existen autómatas equipados con sensores y cámaras que fácilmente detectan a trabajadores de carne y hueso, así como máquinas equipadas con articulaciones con limitación de fuerza, que detectan la resistencia a sus movimientos y se apagan automáticamente para evitar daños.

La seguridad en el uso de la tecnología robótica será esencial en asegurar un trabajo seguro para humanos y robots. Puede parecer elemental, pero una de estas bolsas de aire podría salvar la vida a más de uno. 

Pero los robots no solo protegen humanos: también se curan a sí mismos. Una nueva técnica a partir de polímeros gomosos con la apariencia de gelatinas les permite curarse por sí mismos cuando sufren algún daño derivado de alguna falla técnica. 
 

Daniel Meza
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