La corteza marciana es menos densa de lo que creíamos

Wikimedia Commons

¿Cómo planear una misión tripulada a Marte, o incluso su colonización, si no tenemos certezas sobre la composición de su estructura interior? Conocer al detalle la densidad del vecino planetario es la clave para desarrollar una hoja histórica, pero hasta ahora el instrumental exploratorio presente en Marte no lo permite.

Un nuevo método para ello ha sido desarrollado por un equipo de la NASA, cuyo avance está recogido en un artículo publicado por la revista Geophysical Review Letters.

La determinación de la densidad media de la corteza de un planeta es importante para establecer su estructura interior. La combinación de data de alta resolución sobre la gravedad y topografía de la Luna ha dado lugar señalar una baja densidad para la corteza de nuestro satélite, pero en el caso de otros planetas, la resolución de modelos de campo gravitatorio ha obstaculizado estimaciones razonables.

“Mediante el uso de restricciones bien elegidas derivadas de la topografía durante la determinación del modelo de campo de gravedad utilizando datos de seguimiento por satélite, mostramos que podemos determinar de forma robusta e independiente la densidad de la corteza promedio a partir de los datos de seguimiento utilizando la admitancia entre topografía y gravedad imperfecta”, señala el trabajo.

La densidad estimada de Marte gracias a este método es de unos 2.580 kg por metro cúbico (2,58 gramos por centímetro cúbico), el 96% de nuestra propia densidad de corteza en la Tierra, a 2,7 gramos por centímetro cúbico. La misma es menor que la asumida hasta ahora.

En un comunicado, Greg Neumann, uno de los autores de la investigación, dijo: "A medida que esta historia se completa, estamos llegando a la conclusión de que no basta con conocer la composición de las rocas. También necesitamos saber cómo las piedras han evolucionado con el tiempo".

Con ello, el hallazgo permitirá conocer no solo cómo es la superficie marciana, sino también cómo se presenta el subsuelo de la misma. Así, el suelo de Marte se reveló mucho más poroso de lo que se pensaba, con regiones volcánicas que muestran cubiertas más densas en algunas partes. Tanya Harrison, directora de investigación de la Iniciativa de Tecnología y Ciencia Espacial de la Universidad Estatal de Arizona, dijo a Gizmodo: "Lo bueno de este estudio es que el método que desarrollaron se puede aplicar a cualquier cuerpo donde tengamos datos sobre su gravedad y topografía".

Al ser nuestro vecino rocoso más cercano, la carrera espacial ha tenido desde su arranque la mira puesta en Marte, por lo que en los últimos 57 años hemos venido enviando diversas misiones para conocer aún más sobre él. Una de las más recientes revelaciones ha llegado gracias al rover Curiosity, que encontró boro en el suelo marciano por primera vez, lo que serviría como evidencia de que alguna vez hubo vida orgánica en el planeta a 54,6 millones de kilómetros.

Hans Huerto

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