Los desarrolladores de la imagen biomolecular en 3D obtienen el Nobel de Química 2017

De izquierda a derecha, Jacques Dubochet, Joachim Frank, y Richard Henderson. /nobelprize.org
El premio Nobel de Química 2017 ha reconocido una técnica de microscopía que permite ver moléculas biológicas en tres dimensiones y en alta resolución, desarrollado por Jacques Dubochet, Joachim Frank, y Richard Henderson. Gracias a esta técnica, “los investigadores pueden visualizar procesos que nunca habían observado antes”, según el comunicado de la Real Academia de Ciencias Sueca, que añade que las imágenes de proteínas y otras moléculas biológicas obtenidas con la criomicroscopía electrónica “son decisivas tanto para la comprensión básica de la química de la vida como para el desarrollo de fármacos” y que pronto podremos tener imágenes detalladas de las complejas maquinarias de la vida en resolución atómica.
Hasta ahora, la tecnología disponible había tenido dificultades para generar imágenes de gran parte de la maquinaria molecular de la vida. Gracias a la microscopia de electrones criónicos ya se pueden congelar las biomoléculas a medio movimiento y visualizar procesos que nunca antes habían visto, lo que es decisivo tanto para la comprensión básica de la química de la vida como para el desarrollo de productos farmacéuticos.
Durante mucho tiempo se creyó que los microscopios de electrones solo eran adecuados para la obtención de imágenes de materia muerta, porque el poderoso haz de electrones destruye el material biológico. Pero en 1990, Richard Henderson (Edimburgo, Reino Unido, 1945) logró utilizar un microscopio electrónico para generar una imagen tridimensional de una proteína a resolución atómica, lo que, según el comunicado, demostró el potencial de la tecnología.
Entre 1975 y 1986, Joachim Frank (Munich, Alemania, 1940) hizo que la tecnología fuera aplicable desarrollando un método de procesamiento en el que las imágenes bidimensionales difusas del microscopio electrónico se analizan y se fusionan para revelar una estructura tridimensional detallada. Y el tercero de los galardonados, Jacques Dubochet (Aigle, Suiza, 1942) añadió agua a la microscopía electrónica. El líquido se evapora en el vacío del microscopio electrónico, lo que hace que las biomoléculas colapsen.
A principios de los años ochenta, Dubochet consiguió vitrificar el agua: enfrió el agua con tanta rapidez que se solidificó en su forma líquida alrededor de una muestra biológica, permitiendo que las biomoléculas conservasen su forma natural incluso en el vacío. Finalmente, la resolución atómica deseada se alcanzó en 2013, y los investigadores ahora pueden producir rutinariamente estructuras tridimensionales de biomoléculas.
Esta semana se han concedido los premios de Medicina, a los científicos Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young, “por sus descubrimientos de los mecanismos moleculares que controlan el ritmo circadiano", y de Física, a Rainer Weiss, Barry C. Barish y Kip S. Thorne, de la colaboración LIGO/VIRGO, por su decisiva contribución a la detección de ondas gravitacionales.
Beatriz de Vera
Si te gustó esta noticia, entérate de más a través de nuestros canales de Facebook y Twitter.
Novedades

La inteligencia artificial y el big data en el sector del entretenimiento
Proteja sus datos personales y comerciales a un nivel superior
La piel de oveja: un inusitado aliado anti fraude de los antiguos abogados
Cómo mejorar la seguridad en una página web
Colombia, Ecuador y Perú comparten gran parte de su biodiversidad agrícola y el dilema por el uso de las semillas nativas o transgénicas. Estas últimas están en vilo porque, a pesar de haber pasado por muchos estudios científicos, todavía hay quienes dudan de su seguridad e impacto tanto en la salud como en el medioambiente.
Transgénicos en los Andes
Países andinos Colombia, Ecuador y Perú viven una encrucijada por el uso y la normativa de los cultivos y alimentos genéticamente modificados
Suscríbete
Déjanos tu mail para recibir nuestro boletín de noticias
Leer también
'Pan' es un género de primates homínidos que comprende las especies 'Pan troglodytes' (chimpancé común) y 'Pan paniscus' (bonobo o chimpancé pigmeo). Se sabe que los seres humanos comparten el 98,70% del genoma con esta especie.

Nuestros parientes más cercanos
Comportamientos de los chimpancés que los hacen muy 'humanos'

Sumas y restas en la ciencia latinoamericana a raíz del libro “Un mundo lleno de futuro” [ENTREVISTA]
Las baterías autosostenibles son necesarias para las actividades en las que se utilizan sensores. Estas incluyen el seguimiento a largo plazo de especies silvestres, como los zorros voladores, las evaluaciones plurianuales de la biodiversidad en las selvas tropicales australianas y el Amazonas, o el estudio de la salud de la Gran Barrera de Coral.
