Una ballena beluga en cautividad 'aprende' el lenguaje de los delfines

La ballena beluga no podía comunicarse con ninguno de sus compañeros, todos delfines de nariz de botella. /Wikipedia

En 2013, el delfinario Koktebel de Crimea recibió una nueva huesped, una ballena beluga (Delphinapterus leucas) que encontraría que no podía comunicarse con ninguno de sus nuevos compañeros, todos delfines de nariz de botella (Tursiops truncatus). Pero, aunque la situación fue algo incómoda al principio, esta ballena que estaba bien socializada con sus congéneres en su anterior hogar, aprendió y adoptó el idioma de los delfines con los que comparte espacio.

La beluga, que cuando cambió de casa tenía cuatro años, comenzó a hacer silbidos propios de los delfines tras poco tiempo de convivencia. Lamentablemente, esto significa que ella dejó de emitir gradualmente los sonidos de su especie. Es particularmente interesante es que reprodujera silbidos característicos de cada delfín, como los nombres. El equipo, que ha publicado los resultados de su observación en la revista Animal Cognition, grabó más de 90 horas de audio que muestra que en los primeros días del delfinario, la ballena hacía sonidos típicos de su especie, pero dos meses después, hablaba delfín.

Sin embargo, sus nuevos amigos no hicieron el mismo esfuerzo por entenderse con ella. Se encontró solo un caso en el que los delfines producían llamadas cortas que se asemejaban (pero no eran idénticas en los parámetros físicos) a las de la beluga. Esto, señalan, probablemente se debió a las diferentes condiciones sociales de las dos especies. La beluga, un animal social, era la única de su clase, lo que quizá impulsó esa voluntad de adaptarse para encajar.

Lo que no queda claro es si la ballena solo imita los sonidos o si, por el contrario, entiende el lenguaje de los delfines. En cualquier caso, los investigadores afirman que, incluso si ella no comprende lo que significan los sonidos que emite, obtiene un beneficio social importante de aprender la jerga local.

Está bien documentado que las belugas son imitadoras poderosas. Se han observado sonidos parecidos a los humanos, como en el caso de Noc, una ballena beluga estudiada por la Marina de los Estados Unidos en la década de 1970, que puedes ver en el siguiente vídeo.

 

Experimentos más recientes han demostrado que incluso se les puede enseñar a imitar sonidos artificiales generados por ordenador.  Además de grandes imitadoras y de sus potenciales habilidades sociales interespecies, las ballenas beluga podrían ser las únicas candidatas a arrebatarle al narval el primer puesto en ecolocalización, o la habilidad de ver y ubicarse a través del sonido, con el sónar más preciso y con mayor detalle del reino animal. 

Beatriz de Vera
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