NASA presenta seis historias de la vida en la Tierra... vistas desde el espacio [FOTOS]

Desde 1997, los satélites de la NASA han observado de forma continua y global toda la vida vegetal en la superficie de la Tierra y el océano y esta semana la agencia espacial estadounidense ha estado compartiendo historias y videos sobre cómo luce la vida desde el espacio, a fin de profundizar lo que sabemos de nuestro hogar y cómo buscar la vida en otros mundos.
Estas vistas aéreas han servido para estudiar los cambios en los hábitats naturales, predecir brotes de enfermedades, monitorear los bosques e incluso ayudar a descubrir nuevas especies. Hoy revelamos algunas, seis, de estas historias felices o tristes.
1. Monitoreo de fábricas unicelulares en el mar
(Observatorio de la Tierra de la NASA)
Esta espiral verde es una floración de fitoplancton en el Golfo de Alaska el 9 de junio de 2016, causada por remolinos que ayudaron a distribuir hierro terrestre en aguas ricas en nitratos, creando una sopa nutritiva para estos microorganismos, conocido como el pasto del mar.
La escena fue capturada por el instrumento Visir Infrared Imaging Radiometer Suite (VIIRS) en el satélite Suomi National Polar-orbiting Partnership (NPP), administrado conjuntamente por la NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
Al ser la base de la cadena alimentaria marina, el fitoplancton, añade la NASA, también es responsable “de la única transferencia a largo plazo de dióxido de carbono desde la atmósfera de la Tierra al océano. Incluso pequeños cambios en las poblaciones de fitoplancton pueden afectar las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera, lo que en última instancia podría afectar las temperaturas superficiales globales de la Tierra”.
2. Predicción de brotes de bacterias del cólera
El monitoreo de las condiciones ambientales en las que prosperan ciertos microorganismos puede ser la clave para predecir dónde se dará el próximo brote de ciertas enfermedades, en este caso el cólera, una infección estomacal que afecta cada a millones, potencialmente letal. La superficie del zooplancton y aguas contaminadas son un parque de diversiones para el Vibrio cholerae, la bacteria en cuestión, y divisarlos es posible mediante la revisión de diversos datos satelitales. La microbióloga Rita Colwell de la Universidad de Maryland, College Park, y el hidrólogo de la Universidad de Virginia Occidental Antar Jutla han podido estimar el riesgo de cólera después de eventos importantes, como tormentas severas, al observar los datos de precipitación satelital, la temperatura del aire y los mapas de población. Así lucía el mapa de potenciales brotes de cólera en Haití dos semanas después del paso del huracán Matthew el 1 y 2 de octubre de 2016. El color azul indica bajo riesgo de cólera, mientras que el rojo indica un alto riesgo de cólera.
3. Viendo la vida en la Tierra
Estas Imágenes del Observatorio de la Tierra de la NASA por Joshua Stevens, utilizando datos de Suomi NPP VIIRS de Miguel Román, Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA, han ayudado a preservar los bosques para los chimpancés, prediciendo los patrones de la población de venados. Los satélites también pueden ver los impactos del hombre n estos hábitats.
En esta vista de Black Marble de la NASA vemos las tendencias en nuestras luces por la noche, lo que suma al estudio científico de cómo se desarrollan las ciudades a lo largo del tiempo, cómo cambia la iluminación y la actividad durante ciertas temporadas y días festivos, e incluso ayuda al personal de emergencia en cortes de energía o situaciones de emergencia.
4. Seguimiento de poblaciones de aves
Los patrones migratorios, la detección de posibles nidos y el seguimiento de poblaciones: cuando se estudian a las aves en todo el mundo, nada de esto puede escapar al alcance de los satélites de la NASA. Las poblaciones de pingüinos emperador de la Antártida, por ejemplo, fueron observadas mediante la búsqueda de su guano con ojos fuera de la Tierra.
Ello ha permitido hacer una contabilización de los individuos de la población de esta especie —que normalmente enfrenta las dificultades de cubrir grandes territorios donde las crías nacen en rincones escarpados y a veces desapercibidos, o la complejidad de realizar conteos manuales en medio de grandes colonias—. Y no es el plumaje blanco y negro lo que se divisa desde el espacio, pues aquel a veces se confunde con las sombras en el hielo, sino más bien las manchas de hielo color marrón que los excrementos de las aves van dejando en el hielo. Phil Trathan y sus colegas del British Antarctic Survey miraron a través de las imágenes de Landsat e identificaron 54 colonias a lo largo de la costa antártica.
Esta imagen muestra el guano en la costa Luitpold de la Antártida. La imagen fue tomada por el Enhanced Thematic Mapper Plus en el satélite Landsat 7 de la NASA y el Servicio Geológico de los Estados Unidos el 4 de diciembre de 2002 (NASA Earth Observatory).
5. Analizando la vida vegetal
La vegetación floreciente puede indicar un ecosistema vivo y sus cambios, desastres naturales, sequías o incluso determinadas prácticas agrícolas. Utilizando datos de satélites como SeaWiFS e instrumentos que incluyen el conjunto de radiómetros de imágenes infrarrojas visibles de NASA / NOAA y el espectrorradiómetro de imágenes de resolución moderada, los científicos tienen la visión global de la biología, incluyendo la vida de la vegetación en la tierra y el mar.
Una nueva visualización de la NASA, plasmada en esta animación, muestra 20 años de observaciones continuas de la vida vegetal en la tierra y en la superficie del océano, desde septiembre de 1997 hasta septiembre. 2017. La escala de marrón es de vegetación baja y la verde oscuro, de mucha vegetación, en tierra; en el océano, el fitoplancton está indicado en una escala de púrpura (baja) a amarilla (alta).
6. Estudiando la vida bajo el mar
Determinar cuáles son las mejores o más peligrosas aguas para especies en peligro de extinción como la ballena azul ha sido posible también gracias a las imágenes satelitales de las que dispone la agencia estadounidense, por lo que a la lista de organismos protegidos por el manto de conocimiento que de los satélites se recibe se suman los arrecifes de coral, uno de los ecosistemas más ricos y frágiles de los mares.
Al recibir sustento del plancton fotosintético que vive dentro de sus estructuras de carbonato de calcio, los arrecifes de coral alimentan y albergan a muchas otras especies marinas, pero son vulnerables al calentamiento del océano y la actividad humana. Los satélites de la NASA han podido capturar vistas espaciales de la temperatura de las aguas oceánicas que rodean los sistemas de arrecifes de coral en todo el mundo para documentar las amenazas a los arrecifes de los mares que se calientan, un fenómeno conocido como blanqueamiento de corales.
La imagen de arriba muestra el gran sistema del Arrecife Alacranes en el sur del Golfo de México. La imagen fue tomada el 5 de noviembre de 2014 por Operational Land Imager (OLI) en Landsat 8.
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