La depresión dejaría huellas a largo plazo en el cerebro

Pixabay
Un nuevo estudio sugiere que tener depresión durante un período prolongado de tiempo podría provocar cambios en la estructura del cerebro, algo que hasta hace poco solo se creía era posible con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o Parkinson. Este conocimiento podría brindarnos mejores tratamientos que tengan en cuenta la duración de la depresión.
Investigadores canadienses han descubierto que las personas con períodos de depresión no tratada de una década tenían más inflamación cerebral que aquellos con depresión no tratada durante un período más corto. Esto indicaría que la enfermedad tendría “fases”, y que a mayor tiempo de existencia más grande sería el daño.
"Una mayor inflamación en el cerebro es una respuesta común con las enfermedades cerebrales degenerativas a medida que avanzan, como con la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson", dice el investigador principal Jeff Meyer del Centro para la Adicción y la Salud Mental (CAMH) en Canadá.
Según el nuevo estudio, publicado en The Lancet Psychiatry, los científicos no están considerando a la depresión como una enfermedad cerebral degenerativa, como el Alzheimer o el Parkinson, pero puede ser progresiva en lugar de estática durante un largo período de tiempo,
El estudio incluyó a 25 personas que habían experimentado depresión no tratada durante más de 10 años, 25 personas que habían experimentado depresión no tratada durante menos de 10 años y un grupo control de 30 personas que no había sufrido la enfermedad. Aunque, la muestra no es considerable, los resultados pueden ser una pista interesante sobre lo que está sucediendo en el cerebro cuando alguien está deprimido.
Centro para la Adicción y la Salud Mental – CAMH
Proteína Translocadora
Aquellos sujetos con depresión a largo plazo mostraron hasta un 30% más de proteína translocadora (TSPO) en sus cerebros, un marcador de inflamación que se produce cuando las microglías (las células inmunes del sistema nervioso central) están trabajando horas extras. Los niveles de inflamación también fueron más altos en aquellos con depresión a largo plazo en comparación con el grupo de control. La microglía es esencial para mantener el cerebro sano, pero pueden surgir problemas cuando las células producen demasiada inflamación.
La TSPO fue detectada por un tipo de imagen cerebral llamada PET Scan (tomografía por emisión de positrones), basándose en un estudio de 2015 del mismo equipo que había encontrado un fuerte vínculo entre la inflamación cerebral y la depresión.
El próximo paso será recopilar más datos, pero es posible que los médicos eventualmente puedan usar diferentes enfoques basados en cuánto tiempo alguien ha tenido depresión, como recetar medicamentos que también traten específicamente la inflamación.
Esta no es la única forma en que la depresión puede tener consecuencias para el cerebro. El año pasado, un estudio de más de 3,461 personas encontró una conexión entre la depresión y la reducción de la integridad en la materia blanca del cerebro de las personas. Además, otros estudios han demostrado que la depresión persistente puede reducir el área del hipocampo del cerebro, lo que lleva a problemas con el comportamiento, las emociones y la memoria.
Ahora, los investigadores quieren estudiar la depresión en pacientes que han sufrido la enfermedad durante periodos más prolongados de tiempo. Como se recuerda, esta es una enfermedad tan dura, que la OMS la ha considerado como la principal causa de discapacidad.
Victor Román
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.
Sobre N+1: Es la primera revista online de divulgación científica y tecnológica que permite la reproducción total o parcial de sus contenidos por medios de comunicación, bloggers e influencers, realizando la mención del texto y el enlace a la web: “Esta noticia ha sido publicada originalmente en la revista N+1, ciencia que suma”.
Novedades

La inteligencia artificial y el big data en el sector del entretenimiento
Proteja sus datos personales y comerciales a un nivel superior
La piel de oveja: un inusitado aliado anti fraude de los antiguos abogados
Cómo mejorar la seguridad en una página web
Colombia, Ecuador y Perú comparten gran parte de su biodiversidad agrícola y el dilema por el uso de las semillas nativas o transgénicas. Estas últimas están en vilo porque, a pesar de haber pasado por muchos estudios científicos, todavía hay quienes dudan de su seguridad e impacto tanto en la salud como en el medioambiente.
Transgénicos en los Andes
Países andinos Colombia, Ecuador y Perú viven una encrucijada por el uso y la normativa de los cultivos y alimentos genéticamente modificados
Suscríbete
Déjanos tu mail para recibir nuestro boletín de noticias