Control del clima: China prueba el sistema más grande del mundo para producir lluvia artificial

Meseta del Tibet, lugar de ubicación de las cámaras que lanzarán yoduro de plata a la atmosfera. / Wikimedia Commons

Desde siempre los seres humanos han necesito de agua para sobrevivir. Hemos vivido esperando pacientemente las lluvias, dependiendo de los propios tiempos de la naturaleza. Sin embargo, esto podría cambiar muy pronto. China está probando una innovadora tecnología militar para desarrollar un potente sistema de modificación del clima de bajo costo para producir lluvia artificial en la meseta tibetana, la mayor reserva de agua dulce de Asia.

El sistema consiste en una red de cámaras de combustión instaladas en la cima de las montañas. Cubrirán un espacio de 1,6 millones de kilómetros cuadrados, tan grande como el tamaño de Brasil. Según South China Morning Post, las precipitaciones podrían aumentar de 5 a 10 mil millones de metros cúbicos por año, esto es casi el 7% del consumo total de agua en China.

La escasez de agua en Asia

El Tíbet es la región más alta de la Tierra, con una altitud media de 4900 metros. Además es la mayor fuente de agua de todo el continente, alimenta a ríos como el Yellow, Yangtze, Mekong, etc. Estos ríos, que fluyen a través de China, India, Nepal y otros países asiáticos, son la única fuente de agua de casi la mitad de la población del planeta. Sin embargo, la escasez del agua es un problema en todo el continente.

Esta meseta es uno de los lugares más secos del planeta, recibe menos de 10cm de lluvia al año. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, un área que recibe menos de 25 m de lluvia al año se define como un desierto. Y aquí es donde nace la necesidad.

Como funciona        

Las cámaras queman combustible sólido para producir yoduro de plata, un agente indispensable para producir nubes con una estructura cristalina muy parecida al hielo. Serán ubicadas en las crestas montañosas frente al monzón húmedo del sur asiático.

A medida que el viento golpee la montaña, se producirá una corriente ascendente que elevará las partículas hacia las nubes para inducir la lluvia y la nieve. Hasta el momento se han desplegado más de 500 cámaras en toda la zona. Una sola cámara puede formar nubes de hasta 5 kilómetros de longitud.

La forma en cómo operan las cámaras diariamente estará guiada en tiempo real. Los datos serán recolectados por una red de 30 satélites pequeños que monitorean la actividad de los monzones sobre el océano Índico.

El funcionamiento de las comunicaciones y otros equipos electrónicos será posible gracias a la energía solar. Además, podrán ser operadas a miles de kilómetros de distancia gracias a una aplicación de smartphone.

La tecnología empleada

Las cámaras fueron construidas basándose en la innovadora tecnología usada en los motores de cohetes militares. De esta manera lograron quemar combustible sólido de alta densidad a más de 5.000 metros.

Sin embargo, los intentos por controlar el clima no son recientes. La tecnología se desarrolló inicialmente como parte del programa de modificación del clima del ejército chino. Tan solo hace más de una década fueron empleados para uso civil. El principal obstáculo era encontrar la manera en que pudieran funcionar en territorios hostiles y remotos como la meseta del Tíbet.

Gracias a las mejoras del diseño se hizo posible que las cámaras funcionen durante meses o años sin mantenimiento. Además, usan combustible limpio. Esto las hace adecuadas incluso en zonas que están ambientalmente protegidas.

El precio de modificar el clima

Este método es mucho más sencillo que otros que emplean aviones o drones para lanzar yoduro de plata a la atmosfera. Además es mucho más barato. Cada cámara cuesta unos $8.000. Y si tenemos en cuenta que serán fabricados en masa el precio será mucho menor.

"(Modificar el clima en el Tíbet) es una innovación crítica para resolver el problema de escasez de agua en China", dijo Lei Fanpei, presidente de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China. "Hará una contribución importante no solo al desarrollo de China y la prosperidad mundial, sino también al bienestar de toda la raza humana".

En definitiva, China se ha convertido en una gran potencia mundial. Hace unas semanas se declaró oficialmente que era la nación con mayor producción científica del mundo. Incluso la nombraron la nueva gran potencia espacial.  

 

Adrian Díaz
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, tecnología que suma

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