La zona muerta del mar Arábigo ya ocupa 80.000 km2 más superficie que Panamá

Pescadores en la costa de Omán. /PxHere 

Según una investigación de la Universidad de Anglia del Este (Reino Unido), llevada a cabo con robots submarinos, el Golfo de Omán, en el Mar Arábigo, sufre una disminución dramática de oxígeno (O2) en una zona que abarca más de 80.000 kilómetros cuadrados (mayor que Panamá y aproximadamente de la extensión e Escocia), también llamada zona muerta.

Las zonas muertas son áreas desprovistas de oxígeno. En el océano, estas también se conocen como zonas de oxígeno mínimo y se encuentran naturalmente entre los 200 y 800 metros de profundidad en algunas partes del mundo. "El Mar Arábigo es la zona muerta más grande y más extensa del mundo. Pero hasta ahora, nadie sabía lo realmente nefasta que era la situación porque la piratería y los conflictos en el área han hecho que sea demasiado peligroso recolectar datos", explica el director de la investigación, el doctor Bastien Queste, de la Facultad de Ciencias Ambientales de la UEA, quien presentó el estudio en la asamblea 2018 de la Unión Geofísica Europea (EGU, por sus siglas en inglés).

Dos planeadores se desplegaron en el Golfo de Omán durante ocho meses y se comunicaron por satélite para construir una imagen submarina de los niveles de oxígeno y los mecanismos oceánicos que transportan el oxígeno de un área a otra. Los robots, aproximadamente del mismo tamaño que un buzo humano, pueden alcanzar profundidades de 1.000 metros y recorrer el océano durante meses, lo que les permite cubrir miles de kilómetros.

El problema es que cuando no hay oxígeno, el ciclo químico del nitrógeno, un nutriente clave para el crecimiento de las plantas, cambia drásticamente. Se produce óxido nitroso, un gas de efecto invernadero 300 veces más potente que el dióxido de carbono (CO2). "El desastre ambiental se ha empeorado por el cambio climático, ya que las aguas más cálidas contienen menos oxígeno y los fertilizantes y las aguas residuales salen de la tierra hacia los mares", añade Queste, que realizó el estudio en colaboración con la Universidad Sultan Qaboos de Omán.

El equipo combinó sus datos con una simulación por ordenador de muy alta resolución para determinar cómo se distribuye el oxígeno en el Mar Arábigo noroccidental a lo largo de las diferentes estaciones y los monzones y descubrió que la zona muerta se mueve hacia arriba y hacia abajo entre temporadas, lo que hace que los peces se estrujen en una fina capa cerca de la superficie. Esto muestra una disminución en el O2 durante el próximo siglo y el crecimiento de estas zonas muertas. Sin embargo, tienen dificultades para representar características pequeñas pero muy importantes, como los remolinos, que afectan a la forma en que se transporta este gas. 

Para el experto, "la gestión de las pesquerías y los ecosistemas del Océano Índico occidental durante las próximas décadas dependerá de una mejor comprensión y previsión de los niveles de oxígeno en áreas clave como el Golfo de Omán".

Beatriz de Vera
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma

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