Ocultar tus buenas acciones no es falta de ego: es más rentable para la reputación

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¿Por qué la gente hace donaciones anónimas y por qué el público lo percibe como admirable? La gente a menudo toma medidas que pueden ser costosas al principio, pero que a la larga generan beneficios para la reputación. Sin embargo, si las buenas reputaciones son importantes, ¿por qué hay numerosas situaciones en las que las personas ocultan sus logros o cualidades? Un equipo de científicos del Instituto de Ciencia y Tecnología de Austria (IST Austria) y la Universidad de Harvard (EE.UU.), ha desarrollado un novedoso modelo teórico que concluye que la ocultación de la información es parte de la estrategia: es más rentable para la reputación no gritar a los cuatro vientos nuestras buenas obras.
El modelo es el primero en incluir la idea de que las señales ocultas, cuando se descubren, brindan información adicional sobre el remitente. Usan esta idea para explicar en qué circunstancias las personas tienen un incentivo para ocultar sus atributos positivos. La visión clave del equipo, que detalla sus conclusiones en un artículo publicado en Nature Human Behavior. en este acertijo social es que enterrar una señal es una señal en sí misma.
Esta señal adicional puede tener varias interpretaciones: por ejemplo, el emisor puede no preocuparse por aquellos que pudieron haber quedado impresionados, pero que pierden mensajes sutiles. Pero por otro lado, existe la garantía de que los receptores que le importan se enterarán de todos modos (del mismo modo que solo aquellos con capacidad adquisitiva suficiente reconocen una bolsa de diseñador concreto sin un logotipo obvio).
Juego de enterrar señales
Utilizando el nuevo modelo, los investigadores fueron capaces de poner una perspectiva diferente sobre varias situaciones comunes: un donante anónimo, un académico que no revela su título, un artista que crea arte con mensajes ocultos y un posible socio que oculta su interés, entre otros. La teoría de juegos evolutiva muestra que, al final, estas desconcertantes conductas sociales tienen sentido.
Los científicos lograron formalizar estas ideas en un nuevo modelo de teoría evolutiva de juegos que denominan el juego de enterrar señales. En este juego, se cubrían distintos escenarios en los que un emisor podía decidir en qué grado ocultar el mensaje a su receptor. Entre otras cosas, "descubrimos que los remitentes con mayor audiencia tienden a ser modestos, pero no demasiado modestos", explica Christian Hilbe, coautor del artículo.
El año pasado, un equipo de científicos alemanes realizó un experimento para estudiar los mecanismos del fenómeno conocido como “contagio social”. Se así a la diseminación de puntos de vista, opiniones, ideas, emociones, modelos de comportamiento, etc. en la sociedad. Este fenómeno mantiene dinámicas similares sin importar el contexto, se trate de temas de orientación política, práctica médica o ideas de altruismo. A pesar de la importancia de este fenómeno, sus mecanismos específicos no han sido estudiados de modo suficiente. El estudio reveló que el contagio no llega más allá de una cadena de tres personas y es altamente dependiente de los grados de malinterpretación de la información y la reevaluación de los errores ajenos. Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.
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