La pereza ayudó a la extinción del Homo erectus

Ceri Shipton en el sitio en Saffaqah, Arabia Saudita. / ANU

Por qué el Homo sapiens fue la única especie humana que sobrevivió hasta nuestros días sigue siendo materia de estudio para la antropología. Además de nuestra capacidad de adaptación, política de cuidados y cerebro de capacidades aún ignotas, una de las cualidades de nuestra especie es que en la lucha por la supervivencia, no nos venció la pereza, como parece que sí hizo con el Homo erectus, según una nueva investigación arqueológica de la Universidad Nacional de Australia (ANU).

Una excavación arqueológica de antiguas poblaciones humanas en la Península Arábiga durante la Edad de Piedra Temprana, descubrió que el Homo erectus usaba estrategias de menor esfuerzo para la fabricación de herramientas y la recolección de recursos. Los hallazgos se publican en PLoS One.

Esta pereza junto con una incapacidad para adaptarse a un clima cambiante probablemente desempeñó un papel en la extinción de la especie, como apunta el investigador principal, Ceri Shipton, de la Escuela de Cultura, Historia e Idioma de la ANU: "No tengo la sensación de que fueran exploradores que miraban hacia el horizonte. No tenían la misma capacidad para maravillarse que nosotros".

El sitio en Saffaqah, Arabia Saudita. / ANU

Para Shipton, esto era evidente en la forma en que la especie fabricaba sus herramientas de piedra y los recursos recolectados. "En la fabricación de herramientas, usarían cualquier piedra que pudieran encontrar tendida alrededor de su campamento, que en su mayoría eran de baja calidad", dijo, lo que contrasta con los fabricantes de herramientas de piedra de los períodos posteriores, incluidos los primeros Homo sapiens y neandertales, que escalaban montañas para encontrar piedra de buena calidad y transportarla a largas distancias.

Su hábitat, además, se convirtió en un desierto, lo que contribuyó a la desaparición de la población. "No solo fueron perezosos, sino que también fueron muy conservadores. Las muestras de sedimentos mostraron que el entorno a su alrededor estaba cambiando, pero estaban haciendo exactamente lo mismo con sus herramientas. No hubo ninguna progresión en absoluto, y sus herramientas nunca están muy lejos de estos lechos de ríos ahora secos. Creo que al final el ambiente se volvió demasiado seco para ellos", señala Shipton.

Beatriz de Vera

Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma

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