Nuevos anticuerpos impiden que el virus del Zika entre en las células

Feng Long et al. / PNAS, 2019

Investigadores estadounidenses han estudiado un método para unir anticuerpos monoclonales humanos ZIKV-195 a la envoltura del virus Zika. Los resultados mostraron que estos anticuerpos interrumpen la capacidad del virus para entrar en las células huésped. El artículo fue publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences.

Zika pertenece al género Flavivirus, que también incluye el virus del dengue, el del Nilo Occidental y el de la fiebre amarilla. Desde su descubrimiento a mediados del siglo XX, se ha propagado por todo el mundo y ha adquirido el estatus de pandemia. En los últimos tres años, se han notificado alrededor de 3 a 4 millones de casos de fiebre del Zika en 68 países. El virus puede causar microcefalia hereditaria en recién nacidos y daño autoinmune al sistema nervioso periférico en adultos.

El virus consiste de una molécula de ARN monocatenaria rodeada por una cápside, una membrana y una cápsula de glicoproteína, con forma de un icosaedro, y se compone de las proteínas E y M. La proteína E forma dímeros y una cadena de oligosacáridos se cuelga de ella. El virus ingresa a las células huésped al inflar la membrana celular y gracias a la formación de endosomas. Dentro de estas vesículas, la envoltura del virus sufre cambios: en lugar de dímeros, la proteína E forma trímeros, lo que promueve la penetración del ARN del virus en el citoplasma de la célula.

Como todavía no hay cura para la fiebre del Zika, el desarrollo de vacunas y la terapia contra el virus es relevante. Hace dos años, un grupo de científicos liderado por James Crowe mostró un efecto neutralizador de los anticuerpos monoclonales humanos ZIKV-117, y también describió el mecanismo de unión de estos anticuerpos con la envoltura del virus. En un nuevo artículo, el grupo de Michael Rossmann de la Universidad de Purdue presentó resultados similares para los anticuerpos contra ZIKV-195. Los investigadores han demostrado una mayor eficacia de la terapia en ratones infectados con el virus, en comparación con los anticuerpos estudiados previamente.

Un mapa de la superficie de la envoltura del virus que muestra trazas de unión de anticuerpos (blanco y rosa). Los bordes de una molécula de proteína E se muestran en negro. Se nota que el anticuerpo (dentro de la línea de puntos amarillos) se une inmediatamente a dos moléculas de proteína E. /Feng Long et al. / PNAS, 2019

Usando la microscopía crioelectrónica, estudiaron la localización de las regiones de unión de los anticuerpos a la envoltura viral. Los anticuerpos se unen a las regiones de dos moléculas de proteína E en la composición de un dímero. Debido a ello, la proteína no puede formar un trímero y el virus pierde su capacidad para reorganizar la membrana e infectar la célula. Además, los anticuerpos se unen a la cadena proteica del oligosacárido, que probablemente afecta la infectividad del virus y la patogénesis de la fiebre.

 

María Cervantes
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.

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