El primer chip Bluetooth del mundo que no necesita batería obtiene energía de radiofrecuencias

Captura de pantalla
El internet de las Cosas ha empujado hacia la conectividad inalámbrica a dispositivos que no creíamos que podrían funcionar por Bluetooth o WiFi hasta hace algunos años. Este cambio, sin embargo, ha incrementado sustancialmente su consumo energético. Para lograr una mayor eficiencia en este aspecto, una compañía israelí acaba de crear el primer chip bluetooth libre de batería del mundo.
Williot, la empresa responsable de este chip, ha mostrado oficialmente su tecnología en la National Retail Federation (NRF) en Nueva York. Según el anuncio oficial publicado en su web, habrían logrado obtener una inversión de 50 millones de dólares por parte de Amazon, Samsung y otras compañías más.
Un sensor en forma de etiqueta
En concreto, el chip de Williot está adherido a una antena simple impresa en plástico o papel y se transforma en una etiqueta que puede, entre otras cosas, reconocer la proximidad a la que se encuentra un objeto, su peso y temperatura.
Según Williot, estas etiquetas usan una tecnología en la que ellos mismos han hecho aportes significativos como es la “computación de nanowatts”. Esto ayuda a que el chip pueda comunicarse con cualquier dispositivo habilitado por Bluetooh Low Energy, como smartphones, puntos de acceso a WiFi y otros dispositivos conectados a Internet de las Cosas.
Al eliminar la mayoría de los componentes asociados con el Bluetooth tradicional, estas etiquetas reducen los costos de venta y mantenimiento que antes era inalcanzables. “Creemos que la electrónica desechable basada en sistemas de bajo costo y sin batería es la base de los futuros sistemas de IoT”, declaró Tal Tamir, CEO y cofundador de Wiliot.
¿Cómo funciona?
Según el comunicado de Williot, el sensor Bluetooth que han desarrollado tiene un procesador ARM que es alimentado únicamente por la energía de las frecuencias de radio ambientales. Es decir, el sensor se alimenta de las señales desperdiciadas de la gran cantidad de productos WiFi, Bluetooh y celulares que nos rodean.
“Reciclar la radiación que nos rodea para alimentar los sensores del tamaño de una etiqueta puede permitir a los consumidores nuevas formas de interactuar con productos que antes no eran factibles”, agregó Tamir.
Aplicaciones
Entre sus aplicaciones más directas, el chip libre de batería puede usarse en smartphones y un sinfín de productos que se van sumando más a Internet de las Cosas.
Sin embargo, existe una serie de aplicaciones más que podría tener este diminuto chip. En el sector industrial, se podría hacer seguimiento en tiempo real a bienes desde el almacén hasta la tienda final. En casa, por ejemplo, los consumidores podrían comunicarse con sus productos para obtener recordatorios de cuando usarlos, rastrear sus objetos perdidos e incluso garantizar que la ropa blanca nunca se vuelva rosada.
Internet de las Cosas planea que todos los dispositivos estén conectados entre sí y lo está logrando paso a paso. Hace unas semanas, el máximo organismo mundial de las telecomunicaciones acordó promover la inversión en este sector tecnológico que está uniendo dos mundos: el real y el virtual.
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