Digisexualidad: la creciente tendencia de enamorarse y tener sexo con robots

Dragon Ball / Akira Toriyama
El constante cambio tecnológico no solo está cambiando la forma en cómo nos comunicamos o nos divertimos, sino en cómo nos enamoramos o tenemos intimidad. Ahora, también existe gente que se siente atraída por robots o por inteligencias artificiales en vez de por humanos: los digisexuales.
Aunque el nombre suena a un anime hentai, la verdad es que el término ya lleva tiempo de haber sido acuñado. A finales del 2017, investigadores de la Universidad de Manitoba y de la Universidad de Wisconsin-Stout publicaron un artículo en la revista Sexual and Relationship Therapy, que exploró el concepto de la digisexualidad
El estudio, a cargo de Markie Twist, profesora de la Universidad de Wisconsin-Stout, definió a la digisexualidad como el disfrute sexual ayudado de tecnologías como juguetes sexuales inteligentes hasta muñecas eróticas robóticas.
Una tendencia creciente
"Lo que les gusta es la tecnología sexual, los juguetes que pueden controlar con sus dispositivos tecnológicos, que se adhieren a su pene o vulva", acaba de decir Twist en una entrevista al The New York Times. "No han tenido contacto con humanos, y realmente no tienen ningún interés en el sexo con personas. Esto es lo que quieren hacer, y si pudieran pagar un robot sexual, lo harían", añade.
El mismo reporte del Times incluye un análisis en que se explica que la noción de digisexualidad se encuentre en un espectro de comportamientos que ya se consideran normales. "Ya sea que la noción sea absurda, inevitable u ofensiva, plantea más que unas pocas preguntas", escribe Alex Williams, reportero del Times.
En efecto, Williams reconoce que el mundo actualmente ya cuenta con juguetes sexuales que responden y dan retroalimentación, y cada vez se observan más avances en el desarrollo de robots sexuales con inteligencia artificial. “¿Los digisexuales son un grupo marginal, destinados a permanecer enterrados en la clandestinidad sexual?”, se pregunta el reportero “O, en una cultura impregnada de pornografía, sexting y Tinder ¿no estamos todos en el closet digisexual?".
Sin embargo, a pesar de lo extraño que pueda ser la idea de la digisexualidad, hay estudiosos de la materia que opinan que estos seres artificiales podrían llegar a ser muy útiles y beneficiosos para aquellas personas que han sufrido la pérdida de un ser querido, de aquellos que se sienten solos e incluso de los que han perdido algún miembro del cuerpo.
Victor Román
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.
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