La flora intestinal parece estar relacionada con el grupo sanguíneo de la persona

MaxPixel

La microbiota intestinal, las bacterias que viven en nuestro cuerpo, juegan un papel que todavía no logramos entender del todo. Un grupo de investigadores chinos ha encontrado evidencia que sugiere que las bacterias intestinales parecen variar según los grupos sanguíneos de las personas que las poseen. Los hallazgos han sido publicados en Science Bulletin.

El tipo de sangre está determinado por un tipo de azúcar en la superficie de los glóbulos rojos. Mientras que los individuos que poseen el tipo A tienen un azúcar diferente de los individuos tipo B, las personas AB tienen ambos azúcares. Así mismo, las personas que tienen tipo O, que se conoce como donantes universales, no tienen ninguno.

Estos azúcares se llaman antígenos y ayudan a decirle a su sistema inmunológico que sus células sanguíneas le pertenecen y no deben ser atacadas. Si una persona A recibiera accidentalmente una transfusión de sangre B, los anticuerpos producidos por su sistema inmunológico reaccionarían con el azúcar B y marcarían estas células para destruirlas.

Las bacterias que nos habitan 

Otras partes del cuerpo, incluidos los intestinos, también llevan estos antígenos, lo que hace que los investigadores se pregunten si las bacterias que viven en nuestro cuerpo también podrían hacerlo. Para averiguarlo, Zhinan Yin de la Universidad de Jinan en Guangzhou, China, y sus colegas tomaron muestras de bacterias intestinales de 149 voluntarios de los cuatro grupos sanguíneos.

El equipo descubrió que el tipo de sangre no estaba relacionado con ninguna diferencia en los tipos de bacterias que tenía una persona. Sin embargo, notaron que las bacterias parecían ser reconocidas por anticuerpos de diferentes tipos de sangre, de manera similar a cuando los anticuerpos detectan células sanguíneas incompatibles.

Esto sugiere que las bacterias intestinales producen azúcares que coinciden con el tipo de sangre de su huésped. "Nos sorprendió mucho ver esto", explica Yin a New Scientist. Si bien ya se sabe que algunas bacterias transportan moléculas que son similares a los antígenos B, esta es la primera evidencia indirecta de que las bacterias pueden tener azúcares que se comportan como los antígenos A también.

Todavía no sabemos cómo es que las bacterias intestinales combinan sus antígenos con sus anfitriones, o por qué. "Es posible que nuestras bacterias intestinales obtengan protección al enmascararse para parecerse más a su huésped", dice Laura Cooling, de la Universidad de Michigan, quien no participó de la investigación. Pero el solo hecho de que ya lo hayamos descubierto es un gran avance.

A pesar de que en los últimos años hemos venido aprendiendo la importancia de la microbiota intestinal y su relación con las enfermedades y los recién nacidos, la verdad es que hasta la fecha solamente conocemos el 1% de los microbios que nos habitan… el otro 99% siguen siendo un misterio para la ciencia.


Victor Román
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.

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