Los tiburones no son los más temibles del mar; le tienen pavor a las orcas

Wolfgang Hägele / Wikimedia Commons

 

Los tiburones blancos le temen a las orcas y huyen de ellas, asegura una publicación de Scientific Reports. Los investigadores encontraron que si las ballenas asesinas irrumpen cerca de los "comederos" favoritos de los tiburones blancos, éstos prefieren huir y desaparecer del lugar durante el año. Y para ello solo necesitan decir "presente".

Las ballenas asesinas o Orcas (Orcinus orca) son monumentales delfines gregarios que habitan en todos los océanos del planeta. Según el estilo de vida se clasifican en sedentarias (vive en aguas costeras) y migratorias (se desplazan a lo largo de la costa). Estas últimas, se alimentan de mamíferos marinos como focas y otros cetáceos. Pero los tiburones blancos (Carcharodon carcharias), si bien se alimentan de peces, cetáceos, pinnípedos y carroña, también depredan las focas estableciéndose así una acentuada competencia natural.

Esto es lo que sucede en el noreste del Océano Pacífico, frente a las islas costeras de Farallon, Ano Nuevo y otros sitios donde se encuentran grandes colonias de elefantes marinos (Mirounga angustirostrous). Los tiburones blancos acuden allí en el otoño y principios del invierno, para alimentarse de la carne garsa de las crías de elefantes marinos y luego emigrar a las islas hawaianas. 

 

GPS de tiburones: Recalculando

Ahora, biólogos marinos estadounidenses liderados por Salvador Jorgensen del Acuario de la Bahía de Monterey observaron desde 2006 hasta 2013 el comportamiento de tiburones y orcas . Colocaron etiquetas acústicas a 165 tiburones que navegaban a las islas del sudeste de Farallón, la isla de Ano Nuevo y Tomals Point (la punta de Peninsula Point Reyes). Además de sus observaciones, los científicos utilizaron datos de otros estudios. Uno de ellos, observando las colonias de elefantes marinos, continuó en 1987–2013. Como parte del estudio, los científicos pasaron dos meses al año (de septiembre a noviembre) observando los sitios desplazamiento de las focas en las islas del sudeste de Farallón, y cómo son cazadas por los tiburones blancos.

Otro estudio realizado entre 1973 - 1994, registró la aparición de orcas frente a las costas del sureste de la misma isla. También registraron su aparición durante la observación de los tiburones blancos y de los partes diarios de radio de los barcos. Siempre que fue posible, los investigadores trataron de fijar la distancia a la que las ballenas asesinas aparecían desde la costa. Como resultado, los autores recopilaron todos los datos sobre la aparición de orcas próximas a la costa desde 1987 a 2013.

Resultó que cuando las ballenas asesinas no nadaban a menos de 3 km de la orilla, los tiburones cazaban sus presas, sucediendo a su vez una caída en el pico de la actividad desde mediados de octubre hasta mediados de noviembre. Cuando las orcas nadaban aún más cerca de la costa, los tiburones abandonaban la caza y se alejaban del área. En total, los científicos registraron nueve casos de orcas cerca de la costa, cuyas visitas duraron de 1 a 5.5 horas.

En noviembre de 2009, otras tres ballenas asesinas aparecieron cerca de las islas de Farallon, coincidiendo con la presencia de 17 tiburones blancos etiquetados con dispositivos acústicos. Las orcas permanecieron durante 2.5 horas buscando alimento, y luego se marcharon tranquilamente. Sin embargo, todos los tiburones abandonaron la zona: 16 de ellos no aparecieron hasta el próximo verano, y el valiente decimoséptimo regresó una semana después.


A. Número de tiburones blancos que se encontraban en la temporada de caza en 2007–2008 y 2010–2013 se encontraba frente a la costa de Tomals Point (gráfico verde), Isla Ano Nuevo (gráfico azul) e Islas del sudeste de Farallón (gráfico anaranjado). B. Número de tiburones blancos en 2009, antes y después de la aparición de ballenas asesinas cerca del sureste de las Islas Farallón. La sombra de color naranja claro en un gráfico azul indica los tiburones que flotaron aquí desde la costa de las Islas Farallón.

S.Jorgensen / Informes científicos, 2019
   
"Como regla general, no pensamos en cómo el miedo y la aversión al riesgo pueden desempeñar un rol esencial en los hábitos de caza y cómo ésta afecta a los ecosistemas oceánicos", explica Salvador Jorgensen. “Resulta que el riesgo afecta en gran medida, incluso a grandes depredadores como los tiburones blancos, por lo que deciden cazar en lugares de menor preferencia pero mayor seguridad. Esto demuestra que las cadenas alimenticias no siempre son lineales. Las llamadas interacciones laterales entre grandes depredadores en tierra están bien estudiadas, pero son mucho más difíciles de interpretar en el mar. Y debido a la rareza de sus ocurrencias, necesitaremos más tiempo para comprender completamente su dinámica”.

Este estudio derriba por completo el antiguo mito de que los tiburones son los animales más temibles del mar, como también lo sustenta el hallazgo de tres tiburones asesinados, víctimas de un elevado nivel de profesionalismo cetáceo. Como un juego de tronos, la evolución de las Orcas las corona como las emperadoras del mar.     

 

Sofía Dottori Fontanarrosa
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.

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