Catástrofe ambiental en Colombia: terroristas atacan oleoducto causando derrame de petróleo en ríos

Pozo Azul, paraíso de Tibú ‘herido’ por atentado al oleoducto
Twitter @TibúLinda

En menos de cuatro días, dos atentados terroristas a un oleoducto petrolero de la empresa colombiana Ecopetrol pusieron a padecer a ecosistemas y decenas de miles de habitantes aledaños, cuyo suministro de agua se vio cortado. Las acciones violentas, que El Espectador describió como ataques dinamiteros, se registraron en las aldeas Guachimán y El Seis, en la zona rural cercana del municipio de Tibú (Norte de Santander), a 116 kilómetros de Cúcuta, al nororiente de Colombia y muy cerca a la frontera con Venezuela.

En específico las abolladuras en el tubo llamado Caño Limón-Coveñás (que se extiende a lo largo un fragmento de frontera colombo-venezolana) ocasionaron el derrame de crudo en Caño Cinco y en los ríos Tibú y Tibucito, y llegando a afectar aguas de un santuario turístico de la región llamado Pozo Azul. 

Desde ayer, 30.000 habitantes del municipio de Tibú amanecieron sin suministro de agua potable por la emergencia ambiental. El problema encendió las alertas incluso de la compañía petrolera venezolana Petróleos de Venezuela, PDVSA, por lo que ya estaría en marcha un plan de contigencia bilateral, informaron fuentes oficiales a Caracol.

 

La guerrilla detrás

Los medios colombianos no proporcionaron más detalles de las circunstancias de los ataques. Se conoció que la autoría de los mismos sería del Ejército de Liberación Nacional o ELN, guerrilleros de extrema izquierda que actúa en el conflicto armado colombiano desde los años 60 del siglo pasado.

El ELN, que justifica sus ataques con el argumento de que las empresas multinacionales petroleras y mineras se apoderan de los recursos naturales del país, se niega a suspender en forma indefinida sus hostilidades como lo exige el presidente Iván Duque para comenzar un diálogo de paz que permita acabar por completo el viejo conflicto que ha dejado 260.000 muertos.


Reacción de la petrolera

 

 

En un mensaje de Twitter, la petrolera informó sobre las medidas que tomó para contener la emergencia. Para empezar, envió a más de 120 personas e instaló cinco puntos de control alternativos y uno permanente para reducir los daños ambientales en la región por el derrame de crudo.

La empresa reinstaló los puntos de control alternativos Tibucito y Samanes con un total de 24 barreras, luego de que las fuertes lluvias de la noche anterior destruyeran los elementos de contención, dice el comunicado de la petrolera colombiana. 

Los técnicos que atienden la emergencia lograron instalar 15 líneas de barreras de contención en el punto de control permanente Club de Leones sobre el río Tibú, a pesar de la creciente de los dos ríos que sirven a los acueductos de la región.

Asimismo, se dispuso carrotanques para distribuir agua a las comunidades afectadas. Finalmente, en su mensaje, la compañía hizo un llamado para que cesen estos actos violentos que atentan contra la integridad de las personas y dañan gravemente la flora y fauna locales a causa de la mancha de crudo.

 

Daniel Meza
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma

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mado para que cesen estos actos violentos que atentan contra la integridad de las personas y dañan gravemente los recursos naturales de la región.

Flora y fauna están siendo afectadas por esta mancha de crudo, que se hace difícil de contener por el mal clima y a las crecientes de los ríos de la zona.

 

 

 

 

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