Los huevos de las aves suelen ser más oscuros en climas fríos

Nido de tordo errante (Turdus migratorius). El pájaro vive en las partes norte y central de América del Norte.
Gwen's River City Images / flickr.com
El color de los huevos de las especies de aves que viven en climas fríos está determinado por la termorregulación, de acuerdo con una investigación publicada Nature Ecology & Evolution. En un clima frío y nublado, las aves ponen huevos más oscuros, y en las latitudes del sur, la pigmentación parece depender de muchos otros factores.
Distintos colores
Los huevos de las aves vienen en diferentes colores, lisos o cubiertos de manchas y puntos. El color blanco está determinado por el carbonato de calcio, el pigmento biliverdina les da diferentes tonos de color verde-azul, y las protoporfirinas son responsables del color marrón o rojizo. Pero lo que determina el color de los huevos aún no está completamente claro, aunque los ornitólogos tienen especulaciones al respecto.
Por un lado, la pigmentación puede desempeñar un papel en la termorregulación. Los huevos de color oscuro absorben más la energía solar que ingresa accidentalmente al nido, y es más probable que se sobrecalienten. Por lo tanto, es probable que los huevos de color oscuro sean más comunes en las latitudes del norte, donde hay menos sol.
Por otro lado, la pigmentación oscura de los huevos, por el contrario, se puede encontrar con mayor frecuencia en las latitudes del sur, porque es menos probable que los huevos oscuros atraigan la atención de los depredadores.
Como se mostró anteriormente, los depredadores a menudo irrumpen los nidos en climas cálidos en lugar de fríos, por lo que se puede suponer que los huevos de color oscuro son de especies de aves tropicales.
Esta hipótesis también está respaldada por el hecho de que las protoporfirinas tienen propiedades antimicrobianas, que son activadas por la luz solar. También se sabe que los pigmentos que dan color a los huevos, especialmente la biliverdina, los protegen de la dañina radiación ultravioleta. Por lo tanto, si el color de los huevos se ha convertido en parte de la adaptación a la luz ultravioleta, entonces, en las latitudes del sur, los huevos verde-azul deberían ser más comunes.
El nuevo estudio
Para probar todas estas hipótesis, los ornitólogos estadounidenses y australianos, dirigidos por David Hanley, de la Universidad de Long Island, analizaron el color de 6.700 huevos en 634 especies de aves, lo que representa 36 de las 40 unidades existentes.
Los científicos mapearon el rango de anidación de aves y observaron cómo se relacionaba con el color y el brillo del color de los huevos. Además, prestaron atención al tipo de nido y distinguieron tres de sus tipos: nidos abiertos en el suelo, nidos en forma de copa y ubicados en huecos o hendiduras. Por tipo de nido, los autores rastrearon la cantidad de luz solar que llega a los huevos.
Como resultado del análisis, los científicos llegaron a la conclusión de que el papel principal del color es la termorregulación, al menos cuando se trata de climas fríos. Se encontraron huevos de un color más oscuro en regiones con un clima bastante frío y menos luz solar (p <0,0001).
Al mismo tiempo, en los trópicos y regiones subtropicales, varios factores pueden influir en el color. Entonces, al contrario de lo que suponen los científicos, en áreas con un alto nivel de radiación ultravioleta, las aves tenían huevos de colores claros, y se encontraron huevos de color verde azulado oscuro en latitudes templadas, donde el nivel de radiación ultravioleta era más bajo. La humedad también afectó la pigmentación: en un clima árido, el color del cascarón era más oscuro. Curiosamente, el color y el brillo variaron más en climas cálidos.
Distribución de pigmentación de huevos de aves
P. Wisocki et al. / Nature Ecology & Evolution, 2019
Otras correlaciones
Como predijeron los autores, la pigmentación de los huevos también se correlacionó con la forma del nido (p <0,0001). Las especies que hicieron nidos abiertos en el suelo pusieron huevos más oscuros y marrones que las aves que hicieron nidos en huecos o grietas, y los que hicieron nidos en forma de cuenco. En las especies que vivían en climas más fríos y formaban nidos terrestres y en forma de copa, los huevos eran más oscuros.
Los autores concluyen que, aparentemente, el color de los huevos juega un papel importante en la termorregulación en climas fríos. Al mismo tiempo, dado que el color y el brillo de los huevos cambian más fuertemente en las latitudes del sur, la pigmentación en un clima cálido puede depender de varios factores.
Hace unos años, los científicos mostraron una relación entre la forma de los huevos de las aves y la aptitud de las aves para volar. En buenos volantes, los huevos resultaron ser asimétricos, en mal estado, redondos o en forma de elipse.
Victor Román
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.
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