Revista retira artículo que la asociaba la vacuna contra el VPH con la disminución de la fertilidad

Virus del papiloma humano
Public Domain
El Journal of Toxicology and Environmental Health retiró un artículo del autor que aseguró haber encontrado una conexión entre la propagación de la vacuna contra el VPH en EE.UU. y una disminución de la fertilidad. El motivo de la decisión fueron las críticas que encontraron fallas en la selección de datos para el análisis y errores en los cálculos estadísticos.
Lo que debes saber
En 2019, la OMS incluyó por primera vez el rechazo a las vacunas en la lista de diez amenazas para la salud mundial. Muchos países comenzaron a luchar contra los movimientos contra la vacunación; por ejemplo, en Alemania aprobaron una ley sobre vacunación obligatoria, y Facebook comenzó a evitar mostrar paginas de estas comunidades en sus búsquedas.
A menudo, el rechazo a las vacunas se debe al hecho de que las personas temen los posibles efectos secundarios. Por lo tanto, la comunidad científica está buscando evidencia de si las vacunas están relacionadas o no con ciertas enfermedades.
Así mismo, el temor hacia las vacunas también puede afectar a aquellas que se administran en la edad adulta, por ejemplo, contra el virus del papiloma humano (VPH). Los científicos ya han tenido que demostrar que la vacuna contra el VPH no causa enfermedades autoinmunes ni daño cerebral.
El estudio en cuestión
En 2018, se publicó un artículo en el Journal of Toxicology and Environmental Health que hablaba sobre otro posible riesgo de vacunación contra el VPH. Su autora, Gayle Delong, profesora de economía y finanzas, dijo que había estudiado datos de ocho millones de mujeres estadounidenses de entre 25 y 29 años y estimó que las mujeres vacunadas con VPH tenían menos probabilidades de quedar embarazadas que las mujeres no vacunadas.
La investigadora no se ocupó de los mecanismos que podrían explicar esta relación, pero sugirió que la razón podía ser el aluminio, el cual es parte de las vacunas y podría causar daños a los ovarios e irregularidades menstruales.
Según Delong, alrededor del 35% de las mujeres estadounidenses vacunadas se convirtieron en madres, mientras que el 60% de las mujeres no vacunadas fueron mamás. En resumen, la autora concluyó que si todas las participantes en su estudio hubieran sido vacunadas, el número de mujeres que lograron quedar embarazadas se reduciría en dos millones.
Las primeras críticas
Sin embargo, después de la publicación, el artículo fue criticado de inmediato desde varios lados. El primero fue un crítico anónimo con el apodo de Orac: tenía preguntas sobre el análisis de datos. En sus cálculos, señala Orac, Delong no tiene en cuenta si los encuestados usaron anticonceptivos hormonales, mientras que este hecho podría explicar la presencia o ausencia de niños, independientemente de si fueron vacunados o no.
Delong también calculó el riesgo de no tener hijos en las mujeres que recibieron una, dos o tres dosis de la vacuna. Orac llama la atención sobre el hecho de que encontró diferencias significativas (p <0.05) en solo dos casos: las mujeres que recibieron una o tres dosis de la vacuna menudo no tenían hijos que las mujeres no vacunadas.
Al mismo tiempo, si la vacuna realmente destruye los ovarios, entonces uno esperaría que dosis más altas tengan un mayor impacto en las posibilidades de las mujeres de quedar embarazadas.
Más inconsistencias
Luego, médicos japoneses se alarmaron y publicaron una carta criticando el artículo de Delong. Señalaron que la disminución de la fertilidad en los EE.UU. puede deberse al hecho de que las mujeres jóvenes comenzaron a trabajar más. De 2000 a 2014, la edad promedio de nacimiento del primogénito aumentó de 24.9 a 26.3 años, es decir, el crecimiento del empleo podría afectar la categoría misma de mujeres que Delong estudió.
Luego vino la investigadora Elizabeth Bick en PubPeer. Ella encontró que los grupos que Delong comparó (mujeres vacunadas y no vacunadas) varían mucho en tamaño: 118 y 582, respectivamente.
Además, Delong no tuvo en cuenta en sus cálculos que estos grupos también difieren en el nivel educativo. Entre las mujeres vacunadas había más mujeres que se graduaron de la universidad y, a juzgar por las estadísticas estadounidenses en general, dan a luz más tarde y menos.
La decisión final
Finalmente, varios críticos recordaron al mismo tiempo que Delong ya había hablado en contra de la vacunación, lo que la hizo sesgada en las conclusiones. Como resultado, un año y medio después de la publicación del artículo, el personal editorial de la revista decidió retirarlo e indicó como la razón “errores en el análisis estadístico y la interpretación de los datos”.
Para combatir las campañas antivacunas, los gobiernos de muchos países introducen varias leyes que regulan el acceso de niños y adultos no vacunados a lugares públicos. Por ejemplo, en Italia, desde la primavera, los niños sin vacunas no están permitidos en las escuelas y jardines de infancia, y más recientemente Alemania hizo obligatoria la vacunación contra el sarampión.
Victor Román
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.
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