La demencia común podría ser tratada con antibióticos, sugiere estudio

Pixabay
Científicos estadounidenses sugirieron el uso de gentamicina como posible medicamento contra la demencia temporal-frontal. De acuerdo a una investigación publicada en Human Molecular Genetics, el conocido antibiótico es eficaz en una de las mutaciones que causa esta enfermedad: hace que la célula ignore la mutación y recolecte la proteína de tamaño completo.
Contexto
La demencia frontal temporal es el segundo tipo de demencia más común después de la causada por la enfermedad de Alzheimer. En aproximadamente la mitad de los casos, se transmite de generación en generación, y uno de cada cinco casos hereditarios está asociado con una mutación en el gen progranulina.
Sin embargo, las funciones biológicas de la proteína progranulina aún no están claras, a juzgar por el hecho de que se encuentra en los orgánulos de membrana (lisosomas, el aparato de Golgi y los endosomas), de alguna manera está relacionada con la absorción y secreción de sustancias por parte de la célula.
En la demencia familiar, el gen progranulina lleva una mutación puntual, como resultado de lo cual aparece un codón de parada en su centro, una señal de que la construcción de proteínas se ha completado. En este caso, la célula construye una versión truncada de progranulina, que no cumple sus funciones.
La hipótesis
Ahora, Lisha Kuang, junto con colegas de la Universidad de Kentucky, sugirió el uso de antibióticos aminoglucósidos para el tratamiento de la demencia frontotemporal (por ejemplo, la gentamicina). Estos antibióticos son conocidos por inhibir la síntesis de proteínas en las bacterias, mientras que en los eucariotas hacen que el ribosoma “saltee” el codón de parada y continúe construyendo la cadena de proteínas.
Por lo tanto, los científicos han sugerido que los antibióticos permiten que las células nerviosas ignoren a la mutación y sinteticen progranulina de tamaño completo. Ya hay ejemplos de dicha terapia sometida a ensayos clínicos: este es el medicamento ataluren, que ya está aprobado en Europa para el tratamiento de la miodistrofia de Duchenne, otra enfermedad causada por una mutación.
Pruebas
Los investigadores probaron su suposición en células de neuroblastoma de ratón. Introdujeron un plásmido con el gen de progranulina de tipo común o con el gen mutante, y luego actuaron con diferentes aminoglucósidos. De los 11 antibióticos comunes de este tipo, solo la gentamicina y el fármaco G418 fueron efectivos: en su presencia, las células produjeron progranulina completa.
Ambas drogas actuaron solo en uno de los tres tipos posibles de mutaciones con las que trabajaron los científicos. Por lo tanto, organizaron una serie de experimentos para asegurarse de que el efecto de los antibióticos no sea una casualidad. Probaron diferentes concentraciones de drogas y diferentes tiempos de exposición y descubrieron que los antibióticos tenían un efecto dependiente de la dosis: cuanto más altas eran sus concentraciones y cuanto más permanecían en la célula, más producía progranulina.
Luego, los investigadores comprobaron que la proteína resultante conservara sus funciones. El hecho es que cuando el ribosoma “omite” el codón de parada, incrusta un aminoácido aleatorio en el medio de la proteína, y esto puede ser suficiente para alterar su estructura.
Sin embargo, en aquellos casos en que los antibióticos actuaron y las células sintetizaron progranulina, fue posible detectarlo en las mismas áreas de la célula como de costumbre. Como todavía no se sabe exactamente qué funciones realiza, los autores del artículo consideraron este argumento suficiente para concluir que la proteína resultó ser viable.
Se necesitan más pruebas
Por lo tanto, los científicos han confirmado que un antibiótico puede ayudar a hacer frente a los efectos de las mutaciones puntuales. Es muy temprano para hablar sobre la efectividad de este método en pacientes reales. En este trabajo, los investigadores simplemente demostraron que tal terapia es posible. Si puede resolverse en animales, y luego en humanos, este será el primer medicamento contra la demencia, aunque solo puede ser efectivo con una mutación específica.
Anteriormente, hablamos sobre cómo los médicos aprendieron a tratar la apendicitis sin cirugía con antibióticos y sugerimos usarlos para prevenir el Alzheimer. También escribimos sobre cómo tomar antibióticos puede causar efectos secundarios inesperados, por ejemplo, el síndrome de la “lengua peluda negra”.
Victor Román
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.
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