Coronavirus: Estados Unidos inicia las pruebas de vacuna para el COVID-19

Imagen referencial / Photo by Louis Reed on Unsplash
Desde que la OMS declarara el brote de este nuevo coronavirus como una pandemia global, numerosos laboratorios del mundo iniciaron los esfuerzos para el desarrollo de una vacuna. Ahora, la compañía estadounidense Moderna y el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de los Estados Unidos planean lanzar la primera fase de ensayos clínicos de la vacuna contra el COVID-19. Los detalles fueron publicados en National Institutes of Health.
Es importante aclarar que, aunque los ensayos inicien pronto, comenzar a utilizar ampliamente esta u otras vacunas contra el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) todavía no será posible hasta antes del próximo año.
Proteína S
El 11 de enero las autoridades chinas publicaron en libre acceso la secuencia de nucleótidos del genoma del coronavirus. Desde entonces, diferentes grupos de Virología e Inmunología comenzaron a buscar maneras de crear una vacuna basada en esta información. El 13 de enero, Moderna y los Institutos Nacionales de Salud refinaron la secuencia del ARN mensajero del SARS-CoV-2 (ARNm) que codifica la proteína S.
Esta proteína se encuentra en la superficie de la partícula viral, asegurando su unión a la célula víctima y su penetración. Si ingresa el ARNm apropiado en el cuerpo humano, las células comenzarán a producir proteína S, las células del sistema inmune lo detectarán y desencadenarán una respuesta inmune. Como resultado, cuando un coronavirus real ingresa al cuerpo, será más fácil de manejar.
Vacuna para Covid-19
El 7 de febrero, el primer lote experimental de vacunas estaba listo. No contenían SARS-CoV-2 debilitado ni fragmentos de partículas virales, la parte activa consistía solo en el ARNm de la proteína S del virus, que está encerrada en nanopartículas lipídicas. Hay tres concentraciones diferentes de ARN mensajero: 25, 100 y 250 microgramos.
Uno de los objetivos de un estudio clínico de una vacuna es descubrir cuál de estas concentraciones es óptima. Sin embargo, en la primera fase, las tareas prioritarias son averiguar si es seguro y capaz de provocar una respuesta inmune suficiente.
El 4 de marzo, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. aprobó el ensayo de la vacuna. El día anterior, comenzó la selección de 45 voluntarios: hombres y mujeres sanos de entre 18 y 55 años. Se planteó inyectar 0,5 ml de la droga con una de las tres concentraciones de ARNm indicadas en el músculo deltoides dos veces con un intervalo de 28 días. El estado de salud de los sujetos será monitoreado durante todo el año desde el inicio del estudio.
El 16 de marzo, comenzaron los ensayos clínicos en el Instituto de Investigación Kaiser Permanente; para entonces los sujetos ya habían recibido su primera dosis de vacuna. Se espera obtener los primeros resultados preliminares en tres meses. Se espera completar la recopilación de datos de esta fase para junio de 2021. Si se descubre que la vacuna es segura y capaz de provocar una respuesta inmune, seguirá la segunda etapa de los ensayos clínicos.
Los esfuerzos por ponerle freno al rápido avance de este virus se dan desde muchos frentes. Hace poco se descubrió. Que el anticuerpo que neutralizaba el anterior SARS también funciona con el nuevo coronavirus. Además, un estudio descubrió que, a pesar de su diminuta muestra, que las madres embarazadas no transmiten el virus a sus recién nacidos.
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