Científicos descubren un potencial exoplaneta similar a la Tierra orbitando una estrella similar al Sol

NASA / JPL-Caltech / T. Pyle

Un equipo de astrónomos acaba de encontrar un candidato a exoplaneta casi igual en tamaño y masa a la Tierra. Este cuerpo celeste, además de orbitar una gemela solar (una estrella similar al Sol), podría estar en una zona potencialmente habitable y la temperatura promedio global de su superficie sería cinco grados Celsius. Los resultados se publican en Astronomy & Astrophysics.

Exoplanetas en enanas rojas

En los últimos 14 años, con la ayuda de telescopios como Kepler, CoRoT y TESS, los astrónomos han podido detectar más de cuatro mil planetas extrasolares. La mayoría de ellos son gigantes gaseosos, similares a Neptuno o Júpiter, que giran en órbitas relativamente estrechas alrededor de sus estrellas. Sin embargo, los científicos a menudo se encuentran con exoplanetas rocosos similares a nuestra Tierra, y algunos de ellos se encuentran en una zona potencialmente habitable, es decir, donde tiene la temperatura adecuada para que pueda existir agua líquida en su superficie.

Aquí se presenta un obstáculo: la gran mayoría de los planetas similares a la Tierra conocidos por los astrónomos hasta la fecha orbitan enanas rojas. Estas son estrellas muy pequeñas y tenues que tienen una larga vida útil y emiten principalmente en el rango infrarrojo. Para entrar en la zona habitable de tales estrellas, los planetas deben acercarse demasiado. 


Arriba: un exoplaneta del tamaño de Neptuno con una estrella típica de la misión Kepler. Abajo: Un exoplaneta del tamaño de la Tierra con una enana roja. / MPS René Heller

Por un lado, esto es una ventaja, ya que en un año tal objeto realiza varios tránsitos, pasa a través del disco de la estrella y es más fácil de registrar y estudiar. Sin embargo, por otro lado, las enanas rojas también son conocidas por emitir destellos potentes, y la proximidad a ellos puede esterilizar los planetas, incluso si las condiciones en ellos son adecuadas para la vida. 

En ese sentido, cuando se observa un exoplaneta orbitando una gemela solar, se vuelve un objeto particularmente interesante de estudiar.

KOI-456.04

René Heller, del Instituto de la Sociedad Max Planck para el Estudio del Sistema Solar, y sus colegas trabajaron con los datos que el telescopio Kepler había recolectado de la estrella Kepler-160, que está a 3.000 años luz de distancia de nosotros. 

Esta estrella estuvo a la vista del instrumento de 2009 a 2013. El análisis permitió conocer que esta estrella tenía un radio de 1.1 veces el de nuestro Sol. Además, su temperatura efectiva de la superficie era tan solo 300K menor a la de nuestro astro rey. Esto, sumado a una luminosidad similar, hizo que Kepler-160 reciba la categoríoa de gemela solar.

Anteriormente, se habían descubierto dos exoplanetas orbitando esta estrella: Kepler-160c y Kepler-160b. Ambos eran mucho más grandes que la Tierra y tenían orbitas estrechas. Sin embargo, se encontró algunas desviaciones significativas en los tiempos de tránsito de Kepler-160c. Esto podía explicarse con la presencia de otros cuerpos celestes en el sistema y la influencia de su gravedad.

Para probar esta hipótesis, los investigadores desarrollaron un algoritmo para registrar incluso pequeños cambios en la curva de luz de la estrella (que es importante cuando se buscan planetas pequeños a grandes distancias). Además, simularon cambios en el brillo de la estrella en presencia de otro planeta.

De esta manera, los datos mostraron que dos planetas más podrían orbitar a Kepler-160, y uno de ellos, llamado KOI-456.04, debería tener una masa de 1.9 veces la masa de la Tierra. El período orbital de este exoplaneta sería de 378 días, que es cercano a la duración del año en nuestro planeta. En cuanto a la radiación que cae en su superficie, sería casi la misma que recibe la Tierra. Sumando todo esto al hecho de que se encontraría en una zona potencialmente habitable, nos lleva a considerar a este planeta como un análogo a la Tierra.


Comparación entre el sistema Tierra Sol y KOI-456-04 Kepler-160. / MPS René Heller

Según los científicos, las condiciones en la superficie de KOI-456.04 podrían parecerse a las condiciones terrestres, pero solo si la capa de gas de este cuerpo celeste no es demasiado masiva. Si la atmósfera de este posible exoplaneta está llena de gases inertes y se observa un efecto invernadero moderado, entonces la temperatura superficial promedio de este análogo terrestre puede ser de cinco grados centígrados, que es diez grados menos que la temperatura promedio de nuestro planeta.

Sin embargo, en la actualidad, no se puede excluir por completo la posibilidad de que KOI-456.04 sea una aleatoriedad estadística o un error de medición sistemática. Según los autores, la señal que descubrieron puede pertenecer al planeta con una probabilidad del 85 por ciento, mientras que para reconocer al candidato a exoplanetas como un objeto real, la probabilidad debería ser del 99 por ciento. Quizás en el futuro los astrónomos puedan verificar la validez del descubrimiento, por ejemplo, como parte de la misión PLATO de la Agencia Espacial Europea.

 

 

 

Adrian Díaz

Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma
Sobre N+1: Es la primera revista online de divulgación científica y tecnológica que permite la reproducción total o parcial de sus contenidos por medios de comunicación, bloggers e influencers, realizando la mención del texto y el enlace a la web: “Esta noticia ha sido publicada originalmente en la revista 
N+1, ciencia que sumawww.nmas1.org”.​​​​​​

Suscríbete

Déjanos tu mail para recibir nuestro boletín de noticias

La confirmación ha sido enviada a tu correo.