Hay señales tan claras que a veces se vuelven áridas, rígidas, tirantes. A los ríos recién se los escucha cuando ya no les queda saliva. Entonces nos toca hablar a nosotros, infelices que no creemos habiendo visto. El río Paraguay es el nuevo desoído, el siguiente muerto que nos sigue dando vida para continuar siendo hijos del rigor. Así es el ciclo ingrato del hombre contra el agua

Crónica de una sequía anunciada

El río Paraguay es el nuevo desoído, el siguiente muerto que nos sigue dando vida para continuar siendo hijos del rigor